Impotencia, derrota, descenso... Son algunos de los aspectos que rondan por la cabeza de aficionados y jugadores tras la derrota acaecida en la vigesimosexta jornada de la competición doméstica. Una derrota que duele por la manera en la que se ha producido, ya que los rojillos llegaron a remontar el gol inicial de la escuadra local, aunque finalmente acabaron sucumbiendo de manera estrepitosa al asedio ofensivo de los pupilos de Quique Setién, que se alzaron con la victoria tras una gran segunda mitad se acabaron llevando los tres puntos, con manita incluida. 

El gol inicial no auguraba nada bueno

Corría el minuto siete de partido cuando la UD Las Palmas daba el primero de los cinco zarpazos que daría durante el encuentro. El siempre brillante Jonathan Viera sirvió un buen balón al reciente fichaje de los insulares, Jesé para que este hiciese el primer tanto del encuentro, tras batir a Salvatore Sirigu por la esquina inferior derecha. Un gol tempranero que, de nuevo por la falta de intensidad en los primeros compases de un nuevo partido volvía a poner muy cuesta arriba lo que restaba del mismo.

Una remontada que sorprendió a todo el mundo

El partido se cargaba de tarjetas amarillas al mismo tiempo que los locales trataban como solo ellos saben al cuero, haciendo correr a sus rivales como de costumbre y manteniendo la posesión. Una posesión que a la media hora de partido pertenecía de manera descabellada a los insulares, con un 81 % frente al 19 % del cuadro visitante.

Osasuna se agazapaba en su área esperando su oportunidad, que como todo en la vida llegaría. Y es que a la media hora de encuentro Kenan Kodro estaba más listo que nadie dentro del área rival y se hacía con un rebote que materializaría en gol al ajustar el esférico al palo izquierdo de Javi Varas.  El empate sorprendía a todos, debido a como se estaba desarrollando el encuentro hasta ese minuto, pero tan solo siete minutos después la sorpresa sería aún mayor. De nuevo Kenan Kodro recibía un balón dentro del área rival y marcaba con facilidad el gol que otorgaba a los suyos la remontada contra todo pronóstico. Unn1-2 con el que se llegaría al ecuador del choque.

Un vendaval para remontar la remontada

Tras el paso por túneles de vestuarios Las Palmas salía al rectángulo de juego con el único objetivo de conseguir los tres puntos, algo que encaminaría a los diez minutos del comienzo de la segunda mitad. Marko Livaja sería el encargado de devolver las tablas al electrónico, gracias a un enorme cabezazo al centro de su compañero Roque Mesa, un tanto que daba más emoción si cabía a la más de media hora que restaba para el término del hasta ese momento del apasionante duelo que se vivía en las islas.

Ambos técnicos movían sus piezas en su particular partida de ajedrez con el fin de decantar la balanza a favor. Y esta balanza se decantaría del lado local, ya que cuando corría el minuto setenta de partido el infortunio se volvía a cebar con el cuadro navarro y Unai García se anotaba en propia meta al querer despejar un centro colgado al área osasunista, que culminaba la remontada de los canariones. Algo que no pilló por sorpresa a nadie.

Manita y quiero y no puedo de Osasuna

Con el marcador favorable a Las Palmas, los rojillos se vieron obligados a arriesgar más en el juego, con un cuarto de hora por delante. Aunque lo que llegaría serían dos goles más de los de Quique Setién. Roque Mesa, a pase de Halilovic enganchaba un disparo imparable al que Sirigu no pudo hacer absolutamente nada, para prácticamente sentenciar los minutos restantes. Jesé sería el encargado en los instantes finales de cerrar la manita, haciendo su segundo gol del partido, de nuevo a pase de Viera. Un quinto gol que dejaba sin capacidad de reacción a los rojillos, que veían como una jornada más como debido a una derrota el descenso se acerca sin frenos.

Ya son incontables los partidos que lleva Osasuna sin conocer la victoria en competición liguera. Ya que la última vez que se impuso a algún equipo en esta competición fue ante su rival de la próxima jornada, el Eibar. O lo que es lo mismo, ya son diecinueve jornadas, una vuelta entera de campeonato que lo que acumula Osasuna sin llevarse los tres puntos. Estadísticas que no hacen más que dar la razón al fútbol, que mantiene a Osasuna como colista de la categoría de oro del fútbol español, con escasos diez puntos.