Si la semana pasada en Pamplona parecía que se escapaban dos puntos y se escaparon tres, en esta ocasión no se sabe ni que pensar. Lugo tenía ganas de ver a su equipo colocarse en la zona VIP de la clasificación y lo animó sin cesar hasta la victoria ante un Osasuna que parece empezar a ponerse como objetivo los playoff en vez del ascenso directo. Vista la competitividad que hay en esta Liga, difícil es aventurarse con ningún equipo como favorito a nada. En esta ocasión era el Club Deportivo Lugo quien se oponía a Osasuna, con un juego más agresivo y mas incisivo en ataque. Aridane, central osasunista sería finalmente el hombre señalado al llegar el gol del conjunto local en una acción propiciada por un error suyo. 1-0 y el "pescado vendido".
El partido comenzaba con el conjunto local mejor situado que Osasuna, este fue el guión del partido. Sin embargo, ninguno de los dos conjuntos mostró mucha proyección ofensiva durante la mayoría del partido. En el minuto 10 de partido el capitán de Osasuna, Oier, tenía que ser sustituido tras un golpe en la zona lumbar en un salto en defensa junto con el delantero del equipo local. El Lugo tocaba mejor el balón y por Osasuna destacaban Quique y Xisco, el primero por sus carreras y el segundo por sus controles de espaldas a la portería.
Un disparo de Seoane que blocó Herrera y una que se encontró Quique en el punto de penalti tras un saque de esquina y una salida mala de puños de Juan Carlos en el minuto 40 fueron las mas claras de una primera parte con muchas interrupciones y un juego muy trabado.
La segunda mitad por lo general la controló el Club Deportivo Lugo excepto en un tramo de aproximadamente 17 minutos a partir del minuto 50 en los que Sebas Coris, Mérida y Xico se asociaban mejor y aparecían más dejando ver los credenciales ofensivos de Osasuna.
Xisco tuvo una clarísima tras un espléndido pase de cuchara de Fran Mérida. Sin embargo, el resto de jugadores de la parcela ofensiva de Osasuna estaban apagados, De las Cuevas parecía jugar con el freno de mano echado, al alicantino se le da mejor salir de revulsivo unos 20 minutos antes que tener que romper el hielo desde minuto 1, el físico no es el mismo de antes para aguantar tanto.
En la zona defensiva Osasuna no se estaba desenvolviendo mal hasta que Aridane tuvo el fallo del partido regalando el balón a Cristian Herrera en un intento de pase frustrado hacia Unai García. El delantero canario por supuesto no perdonaba. Era el minuto 73 y se veía que Osasuna esta vez no, esta vez no podía remontar.
En una jugada de ataque osasunista, llegaba el balón a Roberto Torres al que derrumbaban obviando señalar el colegiado del encuentro, ni los mas antiguos del lugar recuerdan el último penalti pitado a favor de Osasuna.
Los futbolistas del conjunto local iban a cada balón dividido a por todas chocando con todo si hacía falta, Osasuna estaba cabizbajo y los cambios que su entrenador realizó fueron muy poco producentes. Diego Martínez tiene que modificar algo en su once inicial si quiere que su equipo recupere la ilusión que venía demostrando, con su punto álgido en el encuentro del Sadar ante el Sporting de Gijón.
Para estar arriba hay que ganar y Osasuna no se está acostumbrando a hacerlo, en el buen sentido de la palabra. Ya pueden ir cambiando las actitudes o las ideas en la parcela ofensiva o que Braulio, director deportivo de Osasuna, acuda al mercado de fichajes buscando esa pieza clave que a veces parece faltar en los de Pamplona.