Noche de Champions League, noche grande para el Real Madrid, aunque solo a priori. El equipo de Zinedine Zidane no faltó a su cita con los cuartos de final de la competición más prestigiosa del mundo y lo hizo con una alineación de gala; el único cambio con respecto al Clásico del fin de semana fue la inclusión de Danilo en lugar de Dani Carvajal en el lateral derecho. El partido, viendo las alineaciones, prometía espectáculo.

Nada más comenzar, quedaron claras las intenciones de ambos equipos. El Real Madrid quería el balón y el Wolfsburgo prefería esperar atrás y aprovechar algún contrataque. Tanto es así que en el minuto uno, el equipo de Zidane ya había generado la primera: un buen balón de Kroos dejaba solo a Cristiano Ronaldo, que definía a la perfección ante Benaglio. La única pega, que el colegiado indicó fuera de juego. En los primeros quince minutos, tan solo una buena contra llevada por Draxler inquietó a Keylor con un disparo de Bruno Henrique. Todo lo demás fueron ocasiones blancas, con disparos de Benzema y Casemiro principalmente.

Un dudoso penalti llena de confianza al Wolfsburgo

Cuando mejor estaba el Madrid, llegó el error atrás. Un centro raso de Draxler, que campó a sus anchas en el costado de Danilo, buscaba a Schurrle, y acabó en penalti a favor de los alemanes. Casemiro, que pasaba por allí, vio como Schurrle le golpeaba en la pierna al ir a disparar y el colegiado interpretó la jugada como pena máxima. Dudoso cuando menos, aunque Rocchi no tuvo duda ninguna.

Ricardo Rodríguez fue el encargado de transformar la acción para enloquecer a la grada y de este modo cambiar el curso del encuentro. A partir de este momento se produjo un importante cambio de papeles: el Real Madrid perdió su confianza y los alemanes se creyeron sus posibilidades de alzarse con la victoria.

Arnold hizo más sangre con el 2-0

Apenas diez minutos después, con el Real Madrid todavía asumiendo el tremendo mazazo recibido, iba a llegar un nuevo bofetón. El equipo local empezaba a tocar con mayor facilidad y los visitantes parecían estar derrumbándose. Así, Bruno Henrique realizó una gran jugada por la banda de Marcelo y la puso rasa dentro del área pequeña, donde Ramos llegó tarde y permitió que Arnold la empujara a placer ante un batido Keylor Navas, que nada pudo hacer para evitar el tanto.

Ante esta tesitura, Zidane no consiguió inculcar a los suyos el trabajo que precisaba el partido y los últimos 20 minutos del primer tiempo no fueron nada del otro mundo. Bale estuvo muy participativo pero no logró batir a Benaglio y el equipo español vio como los germanos creaban peligro con rápidas transiciones cada vez que perdían la pelota.

Ya en el segundo tiempo, las cosas cambiaron, aunque no demasiado. El Wolfsburgo dio un paso más atrás para mantener una renta que bien podría significar el pase a la siguiente ronda y encomendándose a las peligrosas contras que lanzaría durante el segundo acto, mientras que el Real Madrid se decidió a buscar un gol que le diera vida de cara a la vuelta.

Pasividad y carencia de fútbol

Cristiano Ronaldo protagonizó las ocasiones más claras de la segunda mitad, acompañado siempre por un Gareth Bale entregado y un Jesé que también quiso aportar su granito de arena. Pero la defensa del Wolfsburgo fue un bloque conjunto con el centro del campo y la delantera, encerrando a todo el equipo por detrás de la línea de medio. Consciente de que un 2-0 era un resultado único y una renta clave para afrontar la vuelta, siguió intentando hacer daño únicamente con transiciones rápidas a la contra.

Draxler era el encargado de guiarlas ante una defensa blanca que hacía aguas, especialmente por la banda de Danilo. El brasileño realizó un partido obsceno y merece un toque de atención de, al menos, un par de encuentros.La pasividad y la falta de intensidad fueron la tónica del segundo tiempo. Las ocasiones más claras llegaron en contragolpes locales. El Real Madrid apenas creó ocasiones y jugó más bien poco al fútbol.

A penas un arreón final con la entrada de Isco al campo permitió a los blancos generar alguna que otra oportunidad, pero sin dar ninguna sensación de creer en la remontada. Sin agresividad, sin ganas. Un equipo totalmente opuesto al que visitó el Camp Nou días atrás. En los últimos diez minutos el equipo de un Zidane que no acertó en la manera de cómo llevar el partido, solo corrío detras del esférico y no creó absolutamente nada. Con este resultado, en el partido de vuelta hará falta algo más lo mostrado en el campo del Wolfsburgo, que viajará a Madrid con una inesperada renta. Toca remontada épica, una más.

Wolfsburgo (2)

Real Madrid CF (0)​ ​​ ​​ ​

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Benaglio 7 Keylor Navas 6.5
Vieirinha 7 Danilo 4
Naldo 7 Pepe 5
Dante 7 Ramos 4
Rodríguez 8.5 Marcelo 5
Luiz Gustavo 8 Casemiro 5
Gilavogui 7 Kroos 6
Draxler 8.5 Modric 6
Arnold 8 Bale 7
Henrique 7 Benzema 6
Schurrle 7 Cristiano 6
Suplentes
Trasch 5.5 Jesé 6
Kruse S.C. Isco 6
Schafer S.C. James S.C.