En la tarde de este pasado sábado, el Real Zaragoza disputaba un nuevo partido de preparación frente al Levante, primer rival de Primera División en la pretemporada y conjunto recién ascendido después de coronarse como campeón de Segunda División. De esta manera, el conjunto blanquillo estaba más que obligado a demostrar mejorías y dejar óptimas sensaciones respecto a los partidos ante Mirandés y Villarreal B, y qué mejor manera de hacerlo que frente a un equipo de la máxima categoría del fútbol español.

Así pues, Natxo González alineó una vez más un once tipo, aunque con algunos cambios y con algunos jugadores que no eran hasta ahora habituales en la alineación titular. Son los casos de Verdasca, en lugar de Valentín; Eguaras, por el capitán Alberto Zapater; Febas, sustituyendo al georgiano Papunashvili; y Lasure, si bien este último salió de inicio debido a algunas molestias de Ángel, el teórico lateral izquierdo titular para el técnico vasco. Por su parte, enfrente estaba un Levante que ya había disputado cuatro partidos amistosos anteriormente, con un balance de dos derrotas (contra el Almería y el Villarreal) y dos victorias (ante el Cádiz y el Murcia), así que las fuerzas estaban igualadas y los dos conjuntos llegaban en condiciones similares.

En cuanto al partido, al principio careció de un claro dueño, pues hubo un dominio repartido y alterno, sobre todo en el centro del terreno de juego y sin apenas ocasiones (solo un par para cada conjunto). Pero en el minuto 30 iba a cambiar el ritmo del partido, ya que se adelantó el equipo maño gracias a un tanto del canterano Jorge Pombo, quien aprovechó una asistencia del “9” Borja Iglesias en una acción donde demostró su lucha y entrega hasta el final. Este último protagonista tuvo alguna buena ocasión más antes del descanso, que no consiguió materializar. Tras el descanso, el Real Zaragoza continuó dominando ante el conjunto granota, para que después se produjeran los habituales cambios. Esto mermó en parte el ritmo de juego pero los blanquillos lo siguieron intentando hasta que, con un poco de fortuna, llegó la segunda diana en propia puerta, cuyo autor fue Luna. Así seguiría el encuentro hasta el pitido final, un encuentro que devolvió a los aficionados zaragocistas las esperanzas perdidas en los dos últimos partidos.

El equipo guarda descanso este domingo y volverá a los entrenamientos el lunes. Por otro lado, el próximo partido será ante el Nàstic de Tarragona el próximo miércoles a las 20:30 horas en tierras tarraconenses.