Ni los más expertos en el mundo del fútbol son capaces de adivinar lo que va a ocurrir en noventa minutos de juego. Imposible. Nadie, en La Real Isla de León, podía imaginar, cuando se dio a conocer el calendario del San Fernando en su vuelta a Segunda B, que las tres primeras jornadas contra rivales, a priori, asequibles al ser también recién ascendidos, se iban a saldar con un cero en el casillero de puntos azulino.
El conjunto de Antonio Méndez pagó la novatada. Córdoba B, Atlético Mancha Real y CD El Ejido 2012 derrotaron a los isleños en duelos en los que, no obstante, los cañaíllas opusieron resistencia e incluso llevaron la iniciativa en los primeros cuarenta y cinco minutos. Sin embargo, tras el descanso, eran incapaces de retomarle el pulso al partido y caían impotentes en manos del enemigo.
El punto álgido de la crisis llegó en el duelo ante El Ejido. El conjunto celeste visitaba Bahía Sur como colista, con peor diferencia de goles que el Club Deportivo. El primer tiempo fue controlado casi en su totalidad por el San Fernando, que logró adelantarse con un golazo de falta de Gerrit. Pero, al comienzo de la segunda parte, Alfonso y Dani Espinar dieron la vuelta al marcador en cinco minutos. Las alarmas saltaron en el Iberoamericano, ya que Samu Corral desequilibró una igualada contienda en el descuento y dejó a los azulinos en una situación muy delicada.
Tres días después, el San Fernando saldó con empate la ida de la final autonómica de Copa Federación ante el Real Betis B, que llevó el peso del choque. Los aficionados azulinos enfilaron la salida del estadio con caras de desilusión. La Roda esperaba a la vuelta de la esquina y el infausto recuerdo que se tenía de los antecedentes en el Municipal rodense no invitaba ni mucho menos al optimismo. Para más inri, Iván Bazán, hombre más destacado del equipo por su capacidad de desequilibrar en la zona atacante, sufría una lesión justo antes de viajar a La Mancha.
La Roda, punto de inflexión
Urgía un golpe de timón. Un cambio en el discurso y en la forma de afrontar los partidos. Hasta ese momento, los isleños habían sucumbido en el cuerpo a cuerpo y no habían tenido la suerte de cara en duelos directos por la permanencia. La defensa había sido muy criticada por su fallos de concentración en momentos decisivos y el ataque carecía de pólvora, pues solo Gerrit había sido capaz de perforar las redes ajenas en dos ocasiones y el ariete Espinar había hecho el 2-2 ante El Ejido.
Méndez no lo dudó en La Roda y realizó una pequeña revolución en el once que, hasta hoy, no ha podido ser más efectiva. Mantuvo su confianza en Salva bajo palos y dio entrada a Fran Martínez, joven central cedido por el Elche, en el eje de la zaga para acompañar al indiscutible Sergio Castillo. Ello provocó que Regino pasara a ocupar el lateral derecho en detrimento de Ceballos.
Otro sacrificado fue Lolo Garrido, fijo desde su llegada el pasado mes de enero. En su lugar, Oliva y Galindo han acompañado a Gerrit, encargado de ejercer de pivote defensivo. Arriba, Carralero y Espinar han sido claves en la racha reciente de los azulinos, ya que cada vez han mostrado más síntomas de entendimiento, sobre todo a la hora de buscar vertiginosos contragolpes. Además, Mario, el jugador del filial Sergio Jiménez y Dani Martínez han suplido a la perfección la sensible baja de Iván Bazán.
Las modificaciones tácticas dieron sus frutos más pronto que tarde. El San Fernando fue dueño y señor del primer cuarto de hora de su primera ‘final’ improvisada y Carralero anotó su primer gol de la temporada al aprovechar una mala salida de Néstor. Su celebración abriendo los brazos simulando las alas de un avión tenían un claro significado metafórico: los azulinos habían comenzado a volar.
Y es que, a pesar de que Israel Jerez igualó el duelo en los instantes finales del primer tiempo, lo cierto es que el cuadro de La Isla supo rehacerse y fue superior en el segundo periodo. Por primera vez en la competición, el Club Deportivo llegaba vivo a la recta final del envite. Y no le tembló el pulso.
Fran Martínez, Carralero y Espinar han sido claves en el resurgir azulino
Espinar arrancó en una contra, se deshizo de su marca y cruzó su disparo ante la salida del portero. Era el 1-2. La prueba inequívoca de que el San Fernando había madurado. Un espaldarazo anímico que se confirmó cuando el árbitro pitó el final del choque y los azulinos sumaron los tres primeros puntos, ganando en un campo en el que no habían triunfado nunca antes.
La afirmación de que el fútbol es un estado de ánimo se hacía patente en la entidad azulina. Una sola victoria lo cambió todo. Incluso la suerte, ésa que antes resultaba esquiva, pasó a sonreír a los cañaíllas, que el miércoles 14 de septiembre logró clasificarse para la fase nacional de la Copa Federación al derrotar por 0-1 al filial del Betis. Curiosamente, los verdiblancos estrellaron un lanzamiento de penalti en el travesaño en el tiempo de descuento, algo que reforzó a los pupilos de Méndez en la idea de que las tornas habían cambiado definitivamente.
Lecciones de madurez
Todo salía bien. De hecho, cuatro minutos después de iniciar el encuentro frente al Mérida, Carralero aprovechaba una genial asistencia de Espinar para adelantar a los suyos ante un equipo llamado a estar en la parte de arriba de la tabla.
Por este motivo, los azulinos supieron sufrir ante las acometidas emeritenses en busca del empate y fueron efectivos para cerrar la contienda en un nuevo acercamiento que culminó, otra vez, Fernando Carralero. Tirando de oficio, el San Fernando volvió a dar otro mordisco a las dudas para hacerlas desaparecer definitivamente. Al término de la quinta jornada, con seis puntos, ya se habían colocado en decimocuarta posición.
Dos cocos de la categoría como el Lorca y el Mérida han caído a manos de los azulinos
Y, por último, la escuadra de Méndez repitió la gesta de vencer a un coco de la categoría. Esta vez fue el Lorca FC del multimillonario chino Xu Genbao en su exilio del Pinatar Arena. Poco importó la baja de Amarito y la recaída de Iván Bazán. La confianza y la fe mueve montañas y, en esto del fútbol poco importa la lógica, ésa que daba como favorito claro a los lorquinos por sus urgencias clasificatorias.
A pesar de que los locales llevaron la iniciativa en los primeros compases, la lesión de Poley y la expulsión de Antonio Fernández cargó de moral a los azulinos, que sabían a ciencia cierta que debían ser efectivos al cien por cien para tener posibilidades de triunfo.
Así lo hicieron. En momentos claves, minaron la confianza del rival con zarpazos que solo un combinado en racha puede realizar. Sin ir más lejos, Fran Martínez cabeceó a la red el saque de esquina posterior a la citada expulsión del central lorquino. Todo se puso de cara, aunque el zaguero ilicitano cometió, un minuto después, la pena máxima que se encargó de transformar Urko Arroyo.
Con empate a uno en el marcador, Méndez no lo dudó. Decidió arriesgar, ir a por el partido. Retiró a Óscar Oliva del terreno de juego en el descanso y puso en liza a Edgar Agudo para acompañar a Espinar como referencia arriba. Quince segundos después, el ariete madrileño se encontraba en el centro de una piña con el resto de sus compañeros celebrando el 1-2. La jugada había salido a la perfección.
De perro flaco a hechizado
Este fue solo un pequeño detalle que demuestra el gran momento de forma que atraviesa el San Fernando, que parece haber pasado de ser un perro flaco a estar tocado por una varita mágica. De hecho, Sergio Castillo salvó el empate a dos de Chumbi desviando con el cuerpo un disparo en la misma línea de gol. Y, además, aunque Dani Martínez vio como Dorronsoro le detenía un penalti a la hora de partido, poco le importó sufrir a los cañaíllas, que se muestran, ahora más que nunca, seguros de sí mismos.
Una victoria ante el Melilla igualaría la mejor racha azulina en Segunda B
Fruto de ello, y ayudados por la doble tarjeta amarilla que vio Noguera por simular dos caídas, los isleños certificaron su tercera victoria consecutiva a lo grande. Con un gol (Carralero, quién si no) sobre la hora que dejó un buen sabor de boca a la parroquia azulina.
Curiosamente, la última imagen del San Fernando sobre el terreno de juego fue la del atacante isleño abriendo sus brazos. Otra vez. Este domingo, en horario matinal, los isleños pueden igualar su mejor racha en Segunda B (cuatro victorias consecutivas) ganando a la siempre rocosa UD Melilla. Otro reto para el San Fernando, que parece haberle pillado el truco a una categoría que ilusiona, y mucho, a La Real Isla de León…