Es la del FC Barcelona y el Valencia CF una histórica rivalidad del fútbol español. Probablemente, una de las mayores, con permiso de la propia que mantienen los culés con el combinado merengue. La de chés y barcelonistas ha sido una confrontación que ha dejado infinidad de históricos enfrentamientos, momentos y nombres. Y algunos de estos últimos, han tenido la dicha o la desdicha de vivirla desde los dos bandos.
Gerard López, hijo pródigo de la Masia
Es el centrocampista uno de los personajes más ilustres de los últimos años del pasado milenio, y de inicios del presente para el valencianismo. Fue formado en las categorías inferiores del FC Barcelona, en cuyo filial recaló durante una única temporada antes de llamar la atención de los de la ciudad del Turia. Corría el 1997 cuando Valdano decidió apostar por su fichaje. Empezaría en Mestalla como titular, pero la marcha del argentino y la llegada de Ranieri acabaron con el de Granollers sin minutos y cedido en Mendizorroza.
Destacó en su cesión al Alavés, y volvió al Valencia para erigirse como uno de los mejores jugadores del combinado blanquinegro, de la mano de Héctor Cúper. Allá por el 2000, era un jugador muy bien cotizado en el mercado, y finalmente, el FC Barcelona efectuó un pago de 3.400 millones de pesetas para reintegrarlo a sus filas. Seguiría en la ciudad Condal durante cinco temporadas, en las que portó el 14. Las lesiones no le permitieron llegar a adquirir continuidad. Se retiraría más adelante, en 2011, en las filas del Girona. Actualmente, es comentarista televisivo y entrenador del Barcelona B.
David Villa, una leyenda que genera simpatía más allá de una rivalidad
Indudablemente, a muy pocos valencianistas no les azotará la nostalgia al pensar en los tiempos en los que David Villa encabezaba la ofensiva valencianista. Era el líder, o uno de ellos, de un equipo de calidad, con gente como Juan Mata, David Silva, Carlos Marchena, Santiago Cañizares o Fernando Morientes, además del máximo goleador de la Selección Española.
Llegó a Mestalla en verano del 2005, tras haber abonado el Valencia los 12 millones de su cláusula de rescisión. Y lo hizo para permanecer cinco temporadas en las filas valencianistas, donde se convirtió en capitán, ídolo y leyenda. Con su constante trabajo, sacrificio y saber hacer, siempre acompañados de su excelente personalidad y actitud, ejerció de líder de un equipo que tuvo tanto años buenos, como malos -véase la temporada 2007-08, con Koeman al timón-, y anotó un total de 129 goles para disfrute del valencianismo.
Acabaría su vinculación con la entidad valenciana en el verano del 2010, y 40 millones tuvieron la culpa. Fue, sin embargo, una despedida bastante pacifica, incluso amigable. Cada vez que visitó Mestalla recibió el cariño de una grada que nunca podrá agradecerle lo suficiente todo lo que hizo por su equipo. Tendría una etapa de altibajos en el Camp Nou, con una gravísima lesión a finales de 2011, hasta que salió por cinco millones rumbo al Calderón, donde ayudó a los colchoneros a reencontrarse con el alirón. Actualmente, capitanea el New York City FC, de la MLS.
Jordi Alba, otro retorno a la Masia
Se parece bastante la historia de Jordi Alba a la de Gerard López. Es un jugador famoso por su velocidad, que llegaría a la cantera blaugrana en 1998, y la dejó en 2005 para fichar por el Cornellà. Más tarde, llega por 6.000 euros a Valencia. Empieza a jugar desde el juvenil, hasta el Mestalla, y tras dar un gran nivel en una cesión en el Nástic, Emery vio la luz y le dio la oportunidad.
Gracias a la salida de Mata y diversas lesiones, empezó a asentarse en el once valencianista, hasta que Del Bosque se fijó en él y se lo llevó a la Eurocopa de 2012. Durante la misma, pasaría a ser propiedad del FC Barcelona. Fue uno de los mejores jugadores del torneo, y con una espectacular cabalgada, logró ensanchar el marcador anotando el segundo gol de una histórica final donde España bapuleó a Italia. A día de hoy, sigue en las filas del FC Barcelona, con la única competencia de Lucas Digne.
Jeremy Mathieu, el capitán que fue de menos a más
Es recordada la etapa de Mathieu en la ciudad del Turia con cierto cariño, pues llegó a desplegar un muy buen rendimiento, aunque las lesiones lo lastraron en más de una ocasión. Empezó ejerciendo de lateral zurdo, tras su llegada en 2009, pero una grave lesión lo paró en seco al mes de debutar. Jordi Alba aprovecharía dicha lesión para colarse en el once.
Tras recuperarse, volvió a la titularidad, y pasó a destacar por realizar muy buenas actuaciones en labores ofensivas. Llegaría el momento clave de su etapa como valencianista en 2013, cuando pasó a jugar como defensa central. En ese momento, sus problemas físicos desaparecieron, mejoró sus actuaciones -más aún- e incluso se ganó un sitio en la selección. Para cerrar el póker, fue nombrado primer capitán de la plantilla y ejerció casi como un estandarte para el Valencianismo, ya en la temporada 2013-14.
No obstante, dicha mejora conllevó una atención, y rápidamente apareció el Barcelona con la red para llevarse al galo. Por un precio de 20 millones, el julio de 2014 Mathieu se incorporó al Barcelona de Tito Vilanova, y a día de hoy, sigue ejerciendo en el club culé, donde forma parte de la rotación.
André Gomes y Paco Alcácer, de la gloria en Mestalla, al banquillo del Camp Nou
Y los dos últimos casos, son los del centrocampista portugués y el atacante de Torrent. El primero de ellos llegó a Valencia en el verano del 2014, siendo uno de los primeros fichajes del Valencia de Lim. Desplegó un buen fútbol durante su estancia en las filas ché, y se ganó a pulso el clamor de Mestalla, al menos durante su primera temporada. Sería más criticado en la posterior, a la par que irregular.
Además, tuvo algún problema físico, que tampoco le permitió disputar todo el fútbol que hubiera quedido disfrutar. No obstante, esto le permitió disputar la Eurocopa junto a Portugal, que ganó. Ficharía por el Barcelona a finales del pasado julio, por 35 millones y 20 más en variables.
Por su parte, el torrentino llegó al primer equipo del Valencia desde las categorías inferiores del club. Con el paso del tiempo, fue ganando importancia, y además, la continua marcha de delanteros como Villa, Soldado, Jonas o Aduriz; acabó por concederle oportunidades, hasta que se erigiría como referencia ofensiva en 2014.
Disputó un par de buenas temporadas en las filas valencianistas, en las que incluso fue internacional con España. De un modo ciertamente inesperado, y muy criticado, a unos pocos días del cierre del mercado de traspasos, dejó el Valencia a cambio de 30 millones, para fichar por el Barcelona. A día de hoy, tanto Alcácer como André Gomes son suplentes en el equipo de Luis Enrique, y especialmente el portugués, es bastante criticado por sus aficionados.