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Sudáfrica engulle el bronce

Japón no consigue dar la sorpresa ante los 'blitzboks', que recuperaron la solvencia que les impidió entrar en la lucha por el oro olímpido.

Sudáfrica engulle el bronce
Roscko Speckman | Foto: Reuters.
lucensis
Por Denís Iglesias

De un tiempo a esta parte uno no sabe qué puede esperar de las selecciones de rugby de Japón. El país asiático se ha vuelto oval a pasos agigantados. En el Mundial de rugby a XV disputado en Gran Bretaña los nipones dieron una sorpresa histórica al superar a Sudáfrica, toda una eminencia.

¿Podría repetir la gesta en el partido por el tercer y cuarto puesto de los Juegos Olímpicos? Los blitzboks no dejaron el mínimo atisbo para ilusionar a un cuadro que venía de liquidar a Francia, sin complejos ni remordimientos; y de perder ante Fiyi, primer oro olímpico masculino de esta modalidad.

Pero hombres Roscko Speckman se empeñan en hacer fácil el caótico transcurso de estos partidos, en los que los jugadores se mueven sin ningún tipo de conciencia. Sólo hacia adelante, sin mirar atrás. Y así se sacó el winger sudafricano tres ensayos absolutamente definitorios. Sin embargo, no llegaron a cicatrizar las heridas que se abrieron tras la derrota por la mínima ante Gran Bretaña en semifinales (7-5).

Potencia y calma sudafricana

Sudáfrica tuvo la paz y el poder que le faltó ante el cuadro británico para mandar desde el minuto inicial en el marcador. Juan de Jongh clavó el primer try sin que Japón hubiera tomado posiciones. Así, hasta el 0-14, una hemorragia a la que puso fin Kuwazuru. El japonés era un cuento de hadas que cobró cierto sentido tras el descaso, cuando consiguieron a siete puntos, una frontera infranqueable que Geduld y Afrika se preocuparon por agrandar.

Con todo, Sudáfrica abrazaba un bronce bastante indigesto, que ha vuelto a demostrar su incapacidad para exprimir lo mejor de sí en las grandes citas. Otra vez, en segunda fila, como en las últimas cuatro finales de las World Series, todas saldadas con derrotas para sus intereses. Cualquier resultado diferente a la victoria ante la Japón más soñadora se hubiera entendido como un contrasentido, como que una selección del hemisferio norte sea capaz, de una vez por todas, de conseguir algún gran cetro.