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Reparto de intercepciones en Los Ángeles

Los Seahawks se llevaron un partido muy igualado en Los Ángeles. Igualado tanto en marcador como en fallos.

Reparto de intercepciones en Los Ángeles
Jimmy Graham celebra su touchdown / Foto:NFL
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Por Alejandro Santibáñez

Imprecisos. Con esta palabra se puede describir la actuación de los Seahawks y de los Rams. Los dos conjuntos conocían la necesidad de llevarse el partido. Quizá por eso, los nervios jugaron una mala pasada a los quarterbacks.  Toma el balón que a mi me da la risa, parecían decir. Goff regaló dos balones a la defensa de los Seahawks, Wilson les cedió uno a sus rivales, y McEvoy se disfrazó de Santa Claus para entregar un regalo a la defensa de los Rams, en forma de intercepción.

De héroe a villano

Austin también se convirtió en uno de los protagonistas del partido. En el segundo cuarto completó un touchdown de carrera. Pero como asegura el dicho: lo que bien empieza, mal acaba. Y así fue en este caso para el receptor de quinto año. Pasó de ser un héroe a convertirse en villano. Con una ventaja de 10-0 en el marcador, alzó la mano para pedir el fair catch. Un balón sencillo, sin presión por que le pudiesen placar, y se le escapó. Fumble y recuperación en la yarda 30.

Ante la situación, Seattle se creció. No anotó ningún punto en ese ataque, pero empezó a ver debilidad en el equipo angelino. Finalmente, Wilson conectó con Graham para recortar distancias. Y dos minutos después Walsh convirtió un field goal antes del descanso para igualar la contienda.

La segunda mitad no comenzó demasiado bien para los Rams. A los cinco minutos Zuerlein tuvo en sus botas los tres puntos. Pero no fue capaz de colar el balón entre los tres palos. El que sí lo hizo en dos ocasiones fue Walsh. De nuevo, salvador. En el tercer cuarto anotó un field goal. Y en el último cuarto, otro. El luminoso mostraba 10-16 para los de Seattle. Y ya se olía la victoria, cuando un ataque a falta de 30 segundos para el final, complicó las cosas. La franquicia angelina estaba la red zone. Sin tiempos muertos, Goff hizo un spike para parar el reloj. Y en el último suspiro después de tres intentos, el quarterback lanzó el balón a Kupp, que estuvo a punto de convertirse en el héroe de una noche en la que hubo más fallos que aciertos.