Siempre se había dicho que la defensa de Seattle tenía un grave problema de ego, sólo solucionado por la sucesión de victorias y la capacidad de Pete Carroll de hacer que todo el equipo pensase únicamente en la Superbowl. Pero cuando las derrotas llegan, también aparecen esos famosos problemas, como demostró Richard Sherman al criticar de forma abierta a Pete Carroll por su ya famosa decisión de pasar en la yarda del uno en la Superbowl.

Aún con ello, Carroll consiguió mantener las riendas del explosivo vestuario hasta hace dos semanas, cuando la derrota clara frente a los Jacksonville Jaguars demostró que el equipo era una conjunción de los peores egos de la liga. Unas declaraciones en Marzo donde Michael Bennett  aseguraba que los partidos de la NFL eran igualados salvo contra los Jaguars que eran victorias de cincuenta dejó en muy mal lugar a su equipo después de la sorprendente derrota.

Esta frustración desembocó en una jugada muy sucia en la que el propio Bennett casi lesiona a un línea ofensiva de Jaguars y a una pelea posterior. Los comentarios no cesaron en el vestuario donde Earl Thomas dejó la primera perla al decir que perder contra Blake Bortles era perder contra un QB peor de la media. Pero todo empeoró cuando aseguró que Bobby Wagner no debería haber jugado lesionado, lo cual fue respondido por el propio Wagner diciendo que el safety le tenía envidia.

Después de la acusación de Wagner parecía que iban a calmarse las aguas, ya que Seattle tenía que ganar sí o sí a Dallas, lo cual consiguió a pesar de la vuelta de Zeke Elliott. La victoria de los Seahawks dejaba al equipo con opciones de entrar en playoff según lo que ocurra en el partido de los Atlanta Falcons frente a los Carolina Panthers. En esta situación normalmente los problemas extradeportivos pasarían a segundo plano hasta la próxima semana, pero Thomas decidió que no era el momento de pensar en Seattle.

Según los últimos reportes, el jugador decidió ir al entrenador de los Cowboys y pedirle a Jason Garrett que se lo lleven si pueden. Un traspaso entre ambos equipos tampoco sería sorprendente, porque la defensa de Dallas solo tiene a Sean Lee y necesita urgentemente jugadores que sean capaces de dirigir al resto de la plantilla llevando a la defensa al nivel del ataque o al menos, a un nivel donde el equipo cumpla las expectativas que tiene la afición.

Pero Dallas no sería la única interesada en un jugador como Earl Thomas, Oakland puede ser el máximo favorito gracias a su urgente necesidad de una secundaria decente. Actualmente los Raiders son la peor secundaria de la liga y una defensa mediocre, necesitada de jugadores de nivel y con opciones de darle un gran salario a un jugador como Thomas.

Todo parece indicar que esta será la última temporada de Earl Thomas en Seattle pero habrá que ver con qué resultado, porque esta situación en playoffs puede provocar un colapso en toda la defensa, lo cual ya ha ocurrido en otros momentos de la historia de la NFL como es el caso de los Oilers, los cuales por problemas internos dejaron escapar por completo un partido más o menos asegurado frente a los Kansas City Chiefs de Joe Montana.