El Draft para los Browns es como el "quiero y no puedo" de todos los años y ese es uno de los grandes problemas,   que no consiguen un fondo de armario sólido para afrontar las temporadas. 

Una historia que desilusiona

Este año se han puesto las manos a la obra y han vuelto a remodelar el equipo que ilusiona relativamente.

Relativamente porque para los Browns, escoger en primera ronda les trae un mal sabor de boca ya que desde hace siete años se han marchado nueve jugadores, algunos con razón de ser intercambiados o incluso echados como puede ser el caso del NT Phil Taylor, canjeado en el 2011 y echado cuatro temporadas después. 

En el 2012, consiguieron a Trent Richardson que duró una única temporada y fue largado a los Colts y al QB Brandon Weeden, un jugador muy esperado en la franquicia de Cleveland pero tras dos temporadas con partidos pésimos, fue echado del equipo.

La historia se repite en el 2013 con la llegada del LB Barkerious Mingo y traspasado a los Patriots tres años después.

En el 2014 fueron traspasados  Justin Gilbert y Jhonny Manziel a los  Steelers y a la CFL respectivamente.

Y en el  2015 se han deshecho del QB Danny Shelton y del OT Cameron Erving.

Parecía que se había acabado estás idas y venidas pero a pocos días de empezar la pretemporada se  han vuelto a encender las alarmas con la marcha del WR Corey Coleman a los Bills tras dos años en el equipo. 

Y es que deben ser traumáticas las reuniones en Cleveland relacionadas con el Draft por la incertidumbre de si van a poder contar con los jugadores a largo plazo.

¿Mayfield en peligro?

El QB Baker Mayfield llegó como el QB que llevan años buscando y que por unas cosas y por otras se les escapa siempre de "los guantes". Llega a los Cleveland Browns, un equipo reforzado tras la llegada de Nick Chubb, Dámaris Randall y Jarvis Landry entre otros y que espera ganar varios partidos esta temporada. La pregunta se hace por si sola, ¿será capaz Mayfield de cumplir su contrato?

Los aficionados de los Browns esperan que este sea el año en el que por fin se rompa la maldición (como muchos lo catalogan), una maldición aparentemente injusta con un equipo enchufado y con las expectativas muy claras: ser competitivos en una dura AFC Norte y llegar a postemporada.