Se completaba con el segundo turno, los primeros partidos de segunda ronda, con otro duelo vecinal, en este caso el del estado canadiense de Alberta y un enfrentamiento entre Hurricanes y Rangers, que después de este partido, podría tener más miga de la que se podría esperar en principio. Goles que valían su peso en oro en Raleigh, y goles que caían como gotas de agua en una tormenta en Calgary, nos mostraron dos caras del hockey de playoff, que siempre va un paso más allá que el de temporada regular.

(1) Carolina Hurricanes 2-1 (OT) New York Rangers (0)

Llegaban los Rangers al fortín de Carolina, los locales no solo terminaron imbatidos en casa en su anterior eliminatoria contra Boston, si no que además no dieron opción alguna a la victoria visitante. Pero los blueshirts se deshicieron de cualquier clase de complejo, y no es que aguantaran, es que pusieron el partido bajo su control, y consecuencia de ello Filip Chytil, a pase de un Lafrenière que cada vez está más suelto, puso el marcador en franquía a los hombres de Gerard Gallant.

Los Canes mantenían la calma, se sabían fuertes en su hielo, pero Nueva York llegaba al final del primer periodo en ventaja y en el segundo todavía mantenían una posición de amenaza buscando el segundo gol que les diera tranquilidad, algo que no era gratuito como se pudo ver después.

El tercer periodo cambió de color, obviamente los locales empezaban a notar la presión del marcador en contra, y tocaba meter más gasolina al motor para tratar de batir a Shesterkin, los Rangers llegaron a ese momento en el que trataban de no cometer errores y confiar en Shesterkin para dar la campanada, pero finalmente a 2.23 del final, Sebastian Aho derribaba el muro visitante y llevó el partido al tiempo suplementario.

Un tiempo suplementario que quedó decidido bien pronto, Ian Cole hacía el gol de la victoria, y salvaba los muebles para unos Hurricanes que no recordaban la última vez que habían sudado tanto en casa. Los Rangers deberán reponerse de esta oportunidad perdida y felicitarse de haber estado cerca de una victoria, que los Bruins apenas rozaron.

Calgary Flames 9-6 Edmonton Oilers

Uno de esos partidos que hay que verse a la jornada siguiente, si no se tuvo el valor de trasnochar para verlo. un derroche de rivalidad, emoción, habilidad con el patín y el stick, de músculo, y no lo olvidemos, de goles, es lo que tuvo lugar en Calgary con motivo de la disputa del primer partido de la serie de la Batalla de Alberta.

Todo esto lo decimos a toro pasado obviamente, porque pudo haber algún telespectador que apagó su televisor o dispositivo tras un primer periodo en el que los Flames, con dos goles en los primeros 51 segundos y otro a los seis minutos, provocando la salida de Mike Smith y la entrada de Mikko Koskinen, parecía que el partido solo iba a ir en una sola dirección, aunque tras ese 3-0 arrollador inicial, al minuto, McDavid sacaba su magia para batir a Markstrom.

Y si alguno con ganas de desertar, decidió resistir tras el gol del capitán petrolero, seguramente acabó renunciando en la primera parte del segundo periodo, porque los Flames seguían disparando sin descanso sobre la portería de Koskinen y un 6-2 campeaba en el marcador poco antes del ecuador del periodo y del partido.

Una de las peores decisiones que podían haber tomado, porque si Calgary Flames tiene artillería, Edmonton tiene otra colección de goleadores que no solo no temen comparación, si no que se podría considerar superior. Con Zach Hyman en el papel de francotirador por partida doble, la combinación habitual Draisaitl asistido Por McDavid y Kailer Yamamoto asistido por el mismo duo dinámico, dejaban el partido empatado con 18 minutos y medio de periodo decisivo por delante.

Pero cuatro goles sin respuesta, era mucho más de lo que Calgary se puede esperar que vaya a conceder, Rasmus Andersson con su gol volvió a dejar atrás a Edmonton, que ya fueron incapaces de batir por más ocasiones a Markstrom, mientras que en Calgary, Matthew Tkachuk a los 8:55, doblaba la ventaja y con los Oilers volcados y su portería vacía, se apuntaba el gol del hat trick que cerraba la fiesta local.

Los Flames sin las trampas defensivas que les plantearon los Stars convirtieron en goles la multitud de ocasiones que generan, con menos oportunidades, los Oilers también hicieron gala de su capacidad goleadora. Hoy por hoy, aunque anoche los guardametas estuvieron mejorables, Markstrom se ve un punto por encima de la dupla de guardametas de Edmonton, y eso en esta batalla de tiradores, puede ser el factor que decida la eliminatoria.

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