Se la bautizo como “la carrera del siglo”, una cita que tenían marcada en rojo todos los amantes del motociclismo. Dos pilotos, 7 puntos de diferencia, una sanción de por medio y el título de Moto GP en juego, este es el guion con el que se llegó a Valencia el pasado 6 de noviembre de 2015. La tensión en el paddock se podía cortar con un cuchillo, o con dos si fuera necesario, visto todos los pilotos implicados después del incidente entre Rossi y Márquez en el Gran Premio de Malasia. Después de que el TAS rechazara la solicitud de suspensión presentada por Valentino Rossi, el piloto italiano llegaba a Valencia sabiendo que saldría en la última plaza de la parrilla, y que posiblemente, estaba ante el mayor reto de su carrera deportiva.

Un misión casi imposible

Sí el fin de semana ya se presentaba complicado, las dificultades aumentaron después de que Jorge Lorenzo fuera el piloto más rápido logrando la pole y marcando un nuevo record en el Circuito Ricardo Tormo. Así se presentó el domingo, con un Lorenzo exultante y dominador durante todo el fin de semana, saliendo en primero fila junto con las dos Hondas de Márquez y Pedrosa, y con Rossi saliendo último, con muchísimo terreno por recuperar y con la esperanza de proclamarse campeón del mundo, aun sabiendo que era una misión casi imposible.

Casi 75 metros y 25 pilotos separaban a los dos aspirantes al cetro mundial el domingo 8 de noviembre de 2015 en la parrilla de salida, y aunque la remontada fuera casi una utopía para el italiano, lo único que desprendían sus ojos eran un halo de optimismo admirable. Con todo en su contra, el semáforo se puso en verde y en ese instante, arrancó el mayor reto al que se había enfrentado en su vida.

75 metros y 25 pilotos separaban a ambos pilotos

La salida del italiano fue perfecta, confiaba en poder remontar posiciones gracias a la mayor potencia de su moto y así fue, el piloto de Urbino aprovecho esa mayor potencia para ir superando rivales por el interior, y a la salida de la primera curva, ya se situaba en duodécima posición habiendo superado a seis pilotos de golpe. El primer paso por meta empezó a marcar distancias, “Il Dottore” que paso decimoquinto, tenía por delante a su excompañero y amigo Nicky Hayden, al que adelanto por el interior en la curva Doohan posicionándose decimocuarto, a 4 segundos de Jorge Lorenzo, líder de carrera. Tras Hayden, el italiano pudo adelantar a Hernández y Bautista, y aprovechando el rebufo a final de recta, pudo adelantar a Bradl en la frenada de la curva Aspar y colocarse duodécimo.

Duodécimo solo dos vueltas después

El guion de la carrera parecía que se iba cumpliendo, Lorenzo en primera posición intentado escaparse, las Hondas de Márquez y Pedrosa intentando darle caza, y Rossi que continuaba con su particular lucha, ir al límite y esperar un pequeño milagro. Con su adelantamiento a Michele Pirro y la caída de Andrea Iannone, el de Yamaha se colocó noveno sin que hubieran trascurrido aun ni 3 vueltas, mientras tanto, en cabeza de carrera todo continuaba igual, Lorenzo marchaba líder, exprimiendo la moto al máximo seguido de Márquez, que se mantenía segundo a rueda del piloto balear. A falta de 26 vueltas para el final, y con una diferencia de 6 segundos entre Lorenzo y Rossi, el italiano contactó con el grupo que tenía inmediatamente delante formado por Smith, Petrucci y Aleix Espargaró, tres pilotos que de no poder superar rápidamente, le harían perder muchísimo tiempo con los de cabeza.

Completadas 6 de las 30 vueltas de la carrera y tras adelantar a Petrucci fácilmente, el de Urbino logró colocarse séptimo superando a Smith en la frenada de la curva Aspar, continuando así su frenética remontada y reduciendo en ese instante a 9 puntos la diferencia que le separaba virtualmente con Lorenzo en la lucha por el campeonato del mundo. No obstante, mientras el menor de los hermanos Espargaró se situaba a un segundo del piloto de Yamaha, la otra Yamaha, la de Lorenzo, continuaba rodando en cabeza, con Márquez pegado a menos de un segundo, pero sin intención momentánea de intentar adelantar al piloto mallorquín. Completada un tercio de la carrera, Valentino consiguió meterle la moto a “Polyccio” en la curva Ángel Nieto, colocándose sexto a menos de segundo y medio del mayor de los Espargaró, quinto clasificado. En poco más de un tercio de carrera, Valentino Rossi había conseguido pasar del último clasificado a situarse sexto, algo increíble tras ver todos los problemas que había sufrido durante todo el fin de semana, pero que de momento no le servía de nada, puesto para poder ser campeón del mundo, en el caso que Lorenzo ganara la carrera necesitaba ser segundo. De nuevo, la cuerva Aspar fue participe de un nuevo adelantamiento del italiano, que, tras entrar un poco largo, Espargaró volvió a recuperarle la posición, pero tres cuervas después, en un giro a derechas antes de la subida a la curva del 12+1 veces campeón del mundo, el de Urbino volvería a meter la moto adelantando al mayor de los hermanos Espargaró y situándose a rueda de la Ducati de Andrea Dovizioso.

Después de llegar a la cuarta posición, la emoción de la carrera decayó

A falta de 18 vueltas para el final, Valentino Rossi conseguía superar el último escollo que tenía antes de situarse por detrás del trio de cabeza, el italiano supero con facilidad a su compatriota Dovizioso, situándose cuarto, pero ya muy lejos de Lorenzo, que se situaba a más de doce segundos, una distancia insalvable para el italiano, al que le quedaba seguir tirando, y esperar que las Honda entraran en escena y pudieran cambiar el devenir de la carrera. Los pasos por meta se iban sucediendo y nada cambiaba, Lorenzo continuaba aferrado al primer puesto, con Márquez siguiéndole incomprensiblemente a rueda, puesto era el único que le podía disputar la victoria a Lorenzo, y mientas Pedrosa, que se encontraba en tierra de nadie, poco a poco fue reduciendo su distancia con el dúo de cabeza, hasta que a 5 vueltas para el final, el piloto de Castellar del Vallès consiguió darles caza y animar un final de carrera, en el que a Valentino solo le quedaba esperar un milagro y que las dos Honda le hicieran un favor adelantando a Lorenzo. Al final, los adelantamientos entre las dos Honda en las últimas vueltas solo ayudaron a que Lorenzo se distanciara más y se proclamara campeón del mundo, en una carrera que Valentino Rossi termino cuarto, pero que después de llegar a la cuarta posición, la emoción de la carrera decayó, porque las Honda no pudieron (o no quisieron) discutirle la victoria a Lorenzo.

Finalmente, el piloto italiano, aun haciendo una de las mejores carreras de su vida deportiva, se quedó sin su décimo título mundial. Cinco puntos fueron los que le privaron del campeonato del mundo por segunda vez, al igual que en el año 2006, en el que Nicky Hayden se proclamaría campeón del mundo curiosamente en el mismo circuito. La remontada que protagonizo el de Urbino desde la última posición fue para enmarcar, lucho contra si mismo y contra la historia, teniendo todo en su contra y con el añadido de la sanción, que claro está, sin ella se habría vivido una carrera totalmente distinta y mucho más apasionante. Pero Valentino Rossi se exprimió al máximo, agotó todas sus opciones hasta el último instante, no dejó nunca de creer en un título que tenía casi imposible y regalo a todos los aficionados al motociclismo una carrera para contar a los nietos cuando sean mayores. El piloto italiano finalmente no consiguió alzar el que hubiera sido su décimo título mundial, pero ese día ganó algo mucho más importante que un título, se ganó el respeto y la admiración del paddock y de todos los amantes del motociclismo.