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Marc Márquez, prolongar el éxito

La temporada 2016 pasó a la historia por varios aspectos. Nueve ganadores distintos, cuatro marcas distintas en lo más alto y varias carreras para el recuerdo. Por encima de todo, brilló un piloto, Marc Márquez, quien logró el Mundial más meritorio de su carrera. 2017 supone un nuevo capítulo en la trayectoria del piloto de Cervera, el de mantenerse en lo más alto y guiar de nuevo hacia la victoria a una Honda sumida en un mar de dudas.

Marc Márquez, prolongar el éxito
Marc Márquez, prolongar el éxito | Fotomontajes VAVEL - Martín Velarde
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Por Lluís Pacheco

El deporte, en su vertiente más competitiva, es el afán de decenas e incluso centenares de aspirantes por lograr ser el mejor en su disciplina. Muchas horas de entrenamiento físico y psicológico por lograr un objetivo. El escenario varía cuando dicho logro se consigue. Ganar por primera vez es más especial, quizá, pero lo verdaderamente desafiante es mantenerse entre los mejores y volver a ganar. Ahí es cuando entra en juego la ambición y el hambre de victorias, algo que diferencia a un competidor de un verdadero campeón. Dentro de este segundo grupo de aspirantes se encuentra Marc Márquez, tricampeón mundial de MotoGP, un piloto especial, ambicioso como pocos y agresivo como el que más. Un competidor nato, que en cuatro años, tras destrozar la mayoría de récords existentes, ha logrado cambiar el deporte de las dos ruedas y llevarlo a otra dimensión. 

Su trayectoria, en permanente ascenso desde 2013, cuando como rookie, con apenas 20 años, logró coronarse como el campeón más joven de la historia, ha estado marcada por altos y bajos, por innovación y una línea exponencial de aprendizaje. En 2014, con una moto hecha a su medida, también hizo historia, ya no por ser campeón de nuevo, sino por tumbar el récord histórico de victorias en una misma temporada, en posesión Mick Doohan. 2015 llevó a Marc a conocer un punto de vista que tenía olvidado. Acostumbrado a ganar, Márquez tuvo que ver los toros desde la barrera, y ver desde lejos la rivalidad entre Jorge Lorenzo y Valentino Rossi. Esa temporada, tras acumular multitud de caídas en carrera, aprendió la lección más importante de su carrera: no siempre se puede ganar

Ante la adversidad, cabeza

Un año atrás, durante los test invernales de Sepang del 2016, Marc Márquez ya vio que algo tenía que cambiar. Su Honda, aquella que le permitió escribir su nombre en el Olimpo de los grandes campeones, no estaba al nivel. Yamaha e incluso Ducati estaban un paso por delante. Fue ahí cuando Marc, en un ejercicio de autocrítica y de análisis, llegó a la conclusión de que, para volver a lo más alto, había que tener más cabeza. El fiasco de 2015 no podía volver a repetirse, quería luchar por el Mundial, y, en un debate moral digno de estudio, Márquez aceptó el desafío más grande: dejar la ambición a un lado y sacar la calculadora siempre que la victoria no fuera posible.

Marc Márquez dio un importante paso al frente en su mentalidad durante el 2016 | Foto: Box Repsol

Barcelona, Holanda, San Marino fueron algunos de los escenarios donde Marc mostró al mundo que ya no era el mismo. Circuitos donde no era el más rápido, donde para ganar pasaba por tirar una moneda al aire y esperar que saliera cara y en los cuales el piloto de Cervera no quiso entrar al trapo. La recompensa llegó en Japón, la casa de Honda, donde una carambola de lo más inesperada, permitió a Marc sumar su tercer entorchado cuatro citas antes de terminar el Mundial. Fue más que una victoria, fue un paradigma en la mentalidad de Márquez, un nuevo camino por confirmar en un 2017 que se presenta con un escenario similar al de 2016 en la fábrica del ala dorada

Año nuevo, mismos problemas

La temporada 2016 terminó con muchos deberes para Honda. La RCV213V no estaba al nivel de sus rivales, especialmente en cuanto a aceleración, uno de los baluartes históricos de la marca del ala dorada. Para solventarlo, los ingenieros japoneses llevaron tanto a Valencia como a Sepang, escenarios de los test de pretemporada que se han disputado hasta la fecha, un motor con un concepto distinto al usado la temporada pasada. Del Screamer pasan al Big Bang con el objetivo de solventar dichos problemas.

Por lo visto en Sepang recientemente, la base del 2017 no es ni mucho menos sólida. Los fantasmas del pasado se manifestan de nuevo, aunque en esta ocasión, en un buen último día de test pudieron dar un paso adelante que da esperanzas al piloto de Cervera. La pregunta que se plantea ahora es: ¿Volverá el Marc del "todo o nada" o se verá al Marc del "no siempre se puede ganar"?

Foto: Box Repsol

La respuesta a dicha pregunta la tiene Honda. Cuando Márquez ha tenido entre manos una moto que le da confianza y seguridad es cuando el 93 ha deleitado al mundo con sus actuaciones más emblemáticas. Cuando la Honda no ha estado al nivel es cuando Marc ha tenido que recurrir a la calculadora para salvar la papeleta en más de una carrera. De momento, lo que ha quedado claro es que la Honda, a día de hoy, está algo mejor de lo que estaba un año atrás, pero aún es pronto para sacar conclusiones.

Más rivales que nunca

Lo que sí es seguro es que, un año más, Marc Márquez está en las quinielas como aspirante a ser campeón por cuarta vez. No lo tendrá fácil. En 2017, la parrilla da un vuelco importante. Más cambios que nunca, y muchas incógnitas por resolver. En Yamaha, con una moto que, tras lo visto en Valencia y Sepang es a día de hoy la más equilibrada, llega un hambriento Maverick Viñales, que promete pelea desde el primer momento. A su lado, el archienemigo del piloto de Cervera: Valentino Rossi. A pesar de haber dejado a un lado sus diferencias, la rivalidad sigue en el aire, y el italiano aspira a lograr su ansiado décimo título mundial a toda costa

En Ducati, se acabaron las excusas. Jorge Lorenzo ha aterrizado en la fábrica de Borgo Panigale con la responsabilidad de llevar a Ducati a lo más alto y emular lo que hizo su amigo Casey Stoner en 2007. El balear cada día está más cómodo encima de la Ducati, y de buen seguro que llegará a Qatar con todas las posibilidades de luchar al menos por el podio.  La moto es cada vez más competitiva, como ya se demostró en 2016 con las dos victorias que lograron. No hay que olvidar a Andrea Dovizioso, que también se ha mostrado muy sólido durante los primeros test.

Ducati será uno de los rivales de Marc Márquez en la lucha por el Mundial | Foto: Box Repsol

En Honda, más allá de Márquez, se encuentra otro piloto que debe, por experiencia y por talento, estar en la contienda por el Mundial. No es otro que Dani Pedrosa, quien, si la moto está al nivel, ha demostrado ser capaz de estar entre los mejores, como ya hizo en Misano la temporada pasada. Por último, Andrea Iannone, a lomos de la Suzuki, también promete pelea. Quizá no como contendiente directo por el Mundial, pero sí como juez del mismo. Si la regularidad le acompaña y la sangre caliente que acostumbra a mostrar no le juega una mala pasada, todo es posible

2017 supondrá una prueba de fuego para Marc Márquez. Con enemigos en forma de una moto difícil de entender y de rivales que aspiran a arrebatarle el trono mundialista, el piloto del Repsol Honda está ante la oportunidad de seguir escribiendo su nombre en la historia del certamen. El reto es mayúsculo, pero Márquez ya ha mostrado ser capaz de sacar lo mejor de cada situación, por negativa que sea. El camino hacia el tetracampeonato ha empezado.