Citroën Racing se encuentra valorando distintas opciones para su alineación de cara a la temporada 2019 del Campeonato de Mundo de Rallyes y es que el equipo, no piensa en otro hombre que no sea el cinco veces campeón mundial, Sébastien Ogier. El piloto francés finaliza su actual contrato con el equipo M-Sport a finales de la presente campaña, un momento decisivo en el que, la gran mayoría de las escuadras intentarán darle caza como ya pasó cuando Ford dijo “adiós” al WRC.
Pero, empezemos por el principio ¿A qué se debe este ímpetu por el vigente campeón mundialista? El máximo responsable de Citroën Racing, Pierre Budar, ha decidido prescindir de Kris Meeke para lo que resta de temporada debido al gran número de accidente que sufrió, una noticia que dejó a medio mundo del automovilismo en vilo, pero, es aquí, cuando, tras prescindir del británico, el equipo se encuentra con un asiento sin ocupar. De momento, solo cuenta con Craig Breen y Mads Ostberg al mando, asumiendo, además, que el noruego haga más pruebas con el equipo más allá del Rallye de Cerdeña, única cita a la que está convocado tras Portugal.
En este punto, es aquí donde se plantea la incógnita: “Os podéis imaginar en nuestra situación que vamos a considerar todas las opciones para tener un nuevo piloto. Si me dices que Ogier está en el mercado y que Ogier puede estar interesado en Citroën, claro que voy a estar interesado en Sébastien Ogier. Seguro que sí. Pero hay que considerar todas las opciones. Tenemos que definir nuestra alineación para el año que viene”, contó Budar en declaraciones recogidas por Motorsport.com. Pero, no se trata de la primera vez que Citroën Racing quiere contratar al francés, ya en 2017 también lo intento cuando entonces M-Sport no le había renovado aún el contrato. No obstante, la oferta que la escuadra de Budar le ofreció no convenció a Sebs, quien decidió continuar al menos un año más en las filas de Malcolm Wilson.
De esta forma, este año, la cosa podría volver a repetirse si bien Citroën se encuentra en una situación similar a la del año pasado y con un asiento menos pidiendo a gritos alguien a quien sentar en él. Aunque, por otro lado, la marca tiene algo que sumarse, un punto más positivo que la campaña anterior: un C3 WRC que cada vez es más competitivo en relación a sus rivales y que se coloca en las posiciones de delante de manera más habitual algo que, podría o no, atraer más a Ogier.
Gateando en Citroën Racing
Sébastien Ogier dio sus primeros pasos en la categoría máxima con la marca de los dos chevrones y fue campeón mundial Junior en 2008, uniéndose al equipo Citroën Junior Team en la siguiente temporada, que se dice pronto. Un momento que compartió con Sébastien Loeb y Dani Sordo como compañeros de la escudería en el equipo principal de la marca francesa.
Fue entonces cuando, entre 2010 y 2011 sumó once victorias, pero a finales de 2011 abandonó el equipo por diferencias entre él y Loeb, dos competidores natos. Aquí, Ogier decidió sumarse al proyecto de Volkswagen, recomendado por Carlos Sainz -quien estuvo involucrado en los test de desarrollo de la marca alemana- que, posteriormente le dieron al francés cuatro títulos mundiales consecutivos. La última corona se la puso al lado de Ford después de que Volkswagen dijera “adiós” al WRC.
Citroën sabe a quién quiere reclutar, pero también lo supo Toyota Gazoo Racing en su momento: El destino de Ogier era la gran incógnita cuando salió de Volkswagen para finalmente unirse al equipo de Wilson, momentos en los que el de Francia probó distintas alternativas. Se subió, también, a bordo del Yaris WRC, quizá, antes de lo previsto dado que el coche llegó con unas condiciones muy diferentes de las que se encontraría Jari Matti Latvala muy poco después para terminar fichando por la marca. En este sentido, cuando Ogier optó por M-sport, el finés estaba subido a un Yaris WRC completamente nuevo del que condujo el cuatro veces campeón del mundo. Por lo tanto ¿Y si Ogier hubiese probado el Yaris WRC antes? Todo queda ahí.