El motor del monoplaza de Carlos Sainz le dejó tirado cuando perseguía a Max Verstappen y tenía intención de robarle el segundo lugar del podio. Con dicho abandono, dejó la imagen del coche ardiendo y cayendo cuesta abajo, pero podría salirle más caro al madrileño.

Y es que este fin de semana el campeonato llega a Paul Ricard, y el propio Sainz reconoció que Ferrari podría instalar en su coche una nueva unidad de potencia tras los problemas en Austria, lo que haría penalizar puestos en la parrilla del domingo.

Al preguntarle, el madrileño dijo que “no está decidido aún. Pero sí existe esa posibilidad de montar un nuevo motor y tener que penalizar. Pero repito, no hemos tomado la última decisión”.

Tras el GP de Austria, Mattia Binotto aseguró que era bastante probable que el problema de Sainz tuviera el mismo origen que el de Leclerc en Bakú, que le obligó a penalizar en el siguiente GP en Canadá.

El jefe de desarrollo aerodinámico, Diego Tondi, en vistas a las altas temperaturas de este fin de semana, esperándose récord de temporada, comentó que eso significa que “garantizar que la unidad de potencia y un rendimiento correcto de los neumáticos al máximo será un auténtico desafío”.

“Usaremos un nivel medio-alto de refrigeración de la carrocería, aprovechando al máximo las aperturas de las branquias de la zona superior y trabajando en los conductos de freno para maximizar el enfriamiento de las llantas, con un objetivo claro de alejar el calor lo máximo posible de los neumáticos”.

“Sobre los frenos, y al no haber puntos de frenado fuertes en particular, no es un tema de preocupación la refrigeración de esos componentes”, proseguía Mattia.

Leclerc, por su parte, probará un suelo nuevo

El monegasco tendrá actualizaciones en su monoplaza al instalarle Ferrari un nuevo suelo para la disputa de los libres del viernes, para decidir tras la primera jornada de acción sobre el asfalto en Paul Ricard si la mantienen o, por el contrario, no es apropiado su diseño y desechan esa idea.