En un gran premio siempre va de menos a más. En la primera carrera del campeonato, en Qatar, no cambió la melodía. Enea Bastianini fue sumando hasta culminar con una remontada en carrera que bien le valió la quinta posición, siendo lo importante que al final de la prueba pudo rodar con la cabeza, encontrándose bien en ella.
Tuvo que ir sumando porque su máquina no estaba del todo confeccionada, entendiendo distintos aspectos de la misma a la par que avanzaba el fin de semana. Para su suerte cuenta que su comportamiento será parecido en el trazado de Termas de Río Hondo, donde se batirá la siguiente prueba: "En Argentina nos encontraremos un circuito con características similares a la de Losail, rápido y fluido".
Su similitud marca el mismo camino, sabiendo que deberá darlo todo desde la primera sesión libre como hizo en la cita qatarí. Sólo así podrá ser competente el domingo: "Será importante ser fuerte desde el primer entrenamiento libre, para que podamos trabajar inmediatamente en la dirección correcta con respecto a la puesta a punto para la carrera". No sólo esa es una tarea del de Gresini, pues como asignatura pendiente tiene la constancia. Es un piloto de domingos, pero debe aprender a no desinflarse y encontrarse presente en todas las carreras, una condición que le faltó a finales del pasado año.
Este curso parece más centrado y en Argentina podría dar un paso más allá. Es más positivo porque la base ya la estableció en Losail y a partir de ahí sólo queda mejorar. Debe avanzar para cumplir las expectativas, no dejando de resonar Bastianini en los múltiples nombres que posee el título de Moto3, tan reñido: "En Qatar pudimos entender muchas cosas y partimos de una buena base, por lo que esperamos ser competitivos". Una competitividad que es exigencia.