Desastroso día para Valentino Rossi en Phillip Island, desde la mañana hasta la tarde. Un mal FP3, en condiciones de agua, le obligó a pasar por la repesca de la Q1. Una mala gestión de la estrategia de los neumáticos le impidió superarla y tomar parte de la Q2, pese a ser superior a Lorenzo en este tipo de condiciones, teniendo que partir mañana desde una difícil decimoquinta plaza que hipoteca cualquier opción de victoria en un circuito en el que suele pelear por el triunfo, sean cuales sean las condiciones.

"Fue un día muy raro", comentó Rossi a los periodistas tras el mal resultado obtenido en la clasificación. "Los cambios constantes no nos beneficiaron y no fuimos fuertes en ningún momento de la jornada. Estamos un poco preocupados porque, aunque sabemos que son condiciones difíciles para todos, nunca tuve el 'feeling' correcto ni en seco, ni en mojado, ni en situación mixta", admitió un contrariado Rossi.

Rossi, que este año ha conseguido ser rápido en cualquier circuito y cualquier circunstancia, achaca a las temperaturas el problema de Yamaha, y suyo, de este GP: "Ayer no empezamos mal, pero hoy hemos tenido problemas desde el principio. Esperemos que mañana nos encontremos mejores condiciones porque ya tenemos el problema de salir tan atrás", lamentó el italiano, que atesora seis triunfos en Australia en MotoGP/500cc. 

"Mañana dependerá mucho del ritmo. Parece que hará frío, con lo que es posible que volvamos a sufrir con las gomas a la hora de darles temperatura y la moto se hará difícil de pilotar", dijo el de Tavullia en la víspera de la decimosexta cita del año. "Salir 15º es un problema, es evidente. Pensar en ganar es una utopía, pero si eres rápido puedes hacer una buena carrera. En eso es en lo que nos tenemos que centrar", concluyó.