El tres de junio de 2016 supuso un antes y un después para todo el mundo del motor. Pilotos, equipos, familiares y aficionados quedaron en shock tras el terrible accidente que le costó la vida a Luis Salom. El Circuit de Barcelona-Catalunya quedó en el ojo del huracán, y su seguridad en el punto de mira, especialmente en la curva 12, la que le costó la vida al piloto balear. La preocupación de los pilotos obligó a Dorna a modificar el trazado durante el transcurso del fin de semana, adoptando para el sábado y el domingo la variante de la Fórmula 1 para mejorar la seguridad en esa zona del circuito. Tras el Gran Premio, y tras confirmarse la renovación de la cita catalana hasta 2021, los organizadores afirmaron que estaban abiertos a estudiar una posible modificación del circuito, y hoy se han confirmado dichos cambios.
Tras semanas de reuniones, la FIA y la FIM, junto con los directores del Circuit de Barcelona-Catalunya, han acordado qué modificaciones realizar en el trazado. La principal está en la fatídica curva 12, que ya no se usará más en el marco del Mundial de Velocidad. La dificultad que entrañó la variante de la Fórmula 1 durante el Gran Premio obligó a que la zona de las curvas 11, 12 y 13 fuera adaptada para el campeonato de MotoGP, y así ha sido. Los pilotos del Mundial abordarán una chicane situada unos metros antes de la que usarán los pilotos de Fórmula 1. Así, esa zona gana varios metros de escapatoria y aumenta en seguridad, ya que las motos reducirán su velocidad al pasar por ese tramo.
El Circuit de Catalunya también ha confirmado que la curva 10, la curva de "La Caixa", seguirá usando la variante de la Fórmula 1, con una viraje a izquierdas mucho más cerrado que el antiguo y, en consecuencia, mucho más lento que su predecesor. Así, la escapatoria en ese tramo también será mucho más amplia, algo que los pilotos llevaban pidiendo a los organizadores desde hacía varios años. De hecho, en 2015, Marc Márquez se fue recto en esa curva y, para evitar golpear contra el muro, tuvo que forzar una caída que, a la postre, le dejaría fuera de carrera.
Las obras estarán terminadas en enero
El Circuit de Barcelona-Catalunya, pues, ve reducida su cuerda, que pasará de los 4.727 metros que tenía en su configuración original a 4.652 con la que se usará desde ahora, tres menos de los que tiene el trazado de la Fórmula 1. Estas obras se iniciarán en enero, donde el Circuit no tendrá actividad, y está previsto que estén terminadas a finales de mes, pocas semanas antes de que se celebren los test de pretemporada de la Fórmula 1 en el trazado situado en Montmeló.