El circuito de Jerez sigue dando buenos resultados a Jorge Lorenzo. El piloto ha conseguido subirse a la tercera posición del podio por primera vez desde que dejó Yamaha. Tras nueve temporadas a su espalda en la anterior escudería, el español ha vivido un gran cambio esta temporada, poniéndose al mando de la Desmosedici de Ducati. Pero la adaptación no ha sido del todo como se esperaba.

Con una pretemporada llena de complicaciones y sin resultados positivos, Jorge llegó a las tres primeras citas aún adaptando su pilotaje a la nueva moto. Esta vez parece haber dado con la clave del éxito: el uso del freno trasero. Accionándolo con el pulgar, el español ha conseguido aprovechar más la fuerza de la Ducati para aumentar su velocidad y acabar de encontrar esa comodidad que le falta. "No estaba acostumbrado, lo empecé a utilizar porque no tenía tiempo de parar en la mayoría de las frenadas, ahora lo hago de forma más natural y lo uso más”, admitió Lorenzo.

El uso del freno trasero, la clave de su mejoría

“Esto me ayuda a parar un poco mejor la moto, a entrar en las curvas un poco derrapando y de forma más fluida. También es un poco menos físico, no es un acto completamente natural por el momento, pero estamos llegando a eso”. Acciones que hacen que el piloto se vea obligado a variar su forma de pilotaje: “Siempre tienes que encontrar la manera de sacar lo máximo de la moto, y lo que cada moto te pide que hagas diferente para ser competitivo”, aclaraba el tres veces campeón del mundo.

Jorge Lorenzo también ha hablado de la diferencia con la Yamaha, con la que "durante nueve años nunca necesité usar el freno trasero, especialmente en la frenada para parar la moto. Con esta necesito usarlo, ayuda mucho más a la hora de parar la moto”. El piloto mallorquín quiso añadir también que si hubiera usado el freno trasero en las pasadas temporadas, podría haber ido más rápido. Aun así, se muestra contento con los avances y el tercer puesto que le supo como una victoria en su vieja escudería.

Le Mans, ¿otro paso hacia delante?

Un trazado que trae buenos recuerdos. Sin ir más lejos, Jorge Lorenzo ganó el año pasado el Gran Premio de Francia, sumando seis victorias y ocho podios en territorio francés. Este año le gustaría sumar uno más a su palmarés y con esta nueva clave no se descarta la buena racha del piloto Ducati. Aunque si hay algo que tiene en mente Lorenzo es que “es importante seguir acumulando kilómetros sobre la moto, aprender a pararla y no luchar tanto en la frenada", para llegar al punto de que pilotar sea algo natural y más fluido que hasta el momento.