Los Colts y todos sus fanáticos en Indianapolis y el mundo deben de estar contentos: Andrew Luck ha vuelto. Después de más de 500 días de inactividad, el primer pick global del Draft de 2012 parece estar recuperado y listo para un regreso triunfal a la NFL. 

La última aparición del ex Stanford en un partido de NFL había sido en la semana 17 de la temporada 2016, en la victoria 24-20 sobre los Jaguars. Ese día Luck tiró para 321 yardas, dos touchdowns y una intercepción, pero lo más importante: condujo al equipo a la victoria en la última serie ofensiva del partido

Estas primeras semanas de pretemporada han sido importantes para Luck, ya que estaba algo olvidado con la lesión. “Cuando llegó el cuerpo técnico de Frank Reich, lo vieron bien y empezaron a probarlo en 11 contra 11”, cuenta Franco López Larrañaga, conductor del ciclo radial Primera y Diez.  

Andrew Luck volvió al ruedo con Indianápolis en el debut ante Seattle en esta temporada baja, partido en el que jugó solo dos series ofensivas y completó 6 de 9 pases para 64 yardas. Luck recibió una captura, y si bien más de un corazón dejó de latir en la banca y las gradas de los Colts, enseguida se levantó para transmitir tranquilidad. Jacoby Brissett, Phillip Walker y Brad Kaaya completaron el partido como QBs. 

Más allá de que sería arriesgado seguir haciendo jugar a su QB titular, Frank Reich cree que es la mejor manera de hacerlo entrar en ritmo para la temporada regular. “Ya está condiciones de jugar. Van a ser precavidos en la offseason, pero a partir de la semana 1 será el amo y señor de la ofensiva”, aporta López Larrañaga. 

Luck ha dicho en todos los medios que se ha sentido bien y que entrena con normalidad, pero solo el correr de las semanas dirá si está listo para guiar los controles con los Colts y poder superar los tres partidos que ganaron el año anterior.