La tarde del domingo nos reservaba un partido de esos grandes de la liga. Dos de los principales "gallitos" de la AFC se medían en el Paul Brown Stadium en Ohio y el partido se lo acabó llevando el equipo que llegaba con menos exigencias.
Los Broncos consiguieron lo que hacía casi dos años que no conseguían: ganar con su quarterback. Y si a la mejor defensa de toda la competición le sumas a un Trevor Siemian más que competente las opciones de revalidar título de los de Colorado aumentan a la par que se escriben estas letras.
Y eso que los Bengals empezaron atacando donde a los Broncos más le duele: el interior de su línea defensiva. Un juego de carrera prácticamente invisible en las dos primeras jornadas de los Bengals comenzó a recoger sus frutos muy pronto, cuando Jeremy Hill corrió por el centro para 50 yardas (en los dos primeros partidos sumó 53) y remató el drive con un TD de 3.
Pero Siemian estaba en plan estrella y en la primera parte conectó con Sanders en dos ocasiones: primero en una bomba de 41 yardas directa hacia el receptor y luego acertando en una ventana muy pequeña para otra anotación de 7 yardas. Entre medias el plan de los Bengals seguía funcionando: la carrera martilleaba la línea defensiva de Denver y Hill conseguía anotar en una carrera tras evitar el contacto de 4 yardas.
Tuvimos que esperar ya hasta el último cuarto para volver a ver puntos en el marcador. Siemian manejaba el juego a su antojo tanto con pases cortos como largos. Buena prueba de ello fueron sus últimos touchdowns: el primero un pase a Phillips de 1 yardas y el segundo una nueva bomba a Thomas de 55 que cerraba el partido. Siemian es el primer QB en lanzar para más de 300 yardas, 4 anotaciones y no lanzar ninguna intercepción en su primer partido en la carretera y también el primer QB de los Broncos en lanzar 4 TDs desde Manning en 2014 frente a los Dolphins.
Cuando los Bengals se vieron abajo en el marcador y tuvieron que recurrir al pase fue cuando más destacó la defensa de los de Denver. Una defensa que lleva 28 partidos, incluyendo playoffs, sin permitir que ningún QB llegue a 100 en el QB Rating. A Dalton se le vió, ante esa tesitura, errático, nervioso y maniatado. Y no solo no pudo dar la victoria a su equipo si no que además se fue siendo interceptado.
Los Broncos salen de Ohio reforzados por el hecho de mantenerse invictos y encontrando soluciones para cada problema que tenían en la offseason. Los Bengals, con un recórd de 1-2, son un mar de dudas representadas por su QB, que tras perder a su coordinador ofensivo está experimentando una regresión en su juego.