La lesión de cuello de Cliff Avril ha obligado a buscar una alternativa en el mercado de fichajes, donde Freeney ha sido la mejor opción, ya que era un agente libre. A parte de eso le avalan muchos años en la máxima categoría, sus inicios en la NFL se remontan al 2002 cuando debutó con los Colts de Indianápolis. En la última temporada llegó a disputar la Superbowl con los Atlanta Falcons dejando buena imagen a pesar de la derrota.
El siete veces elegido para jugar la Pro Bowl llega para mejorar una fuerte defensa que necesita recambios y hacer rotaciones para mantener la intensidad exigida durante toda la temporada. Su veteranía es un factor muy importante que puede aportar al equipo, pero que nadie se piense que está acabado, la pasada temporada realizó un promedio de veintiocho jugadas por partido con los Falcons, lo que le hace un recambio perfecto para Frank Clark y Michael Bennett. Eso sí, deben saber gestionarlo bien para no cargarle con minutos que el equipo pueda echar en falta a final de temporada. Para ello los de Seattle deberían seguir la forma de rotación tan efectiva que logró la pasada campaña el entrenador de los Falcons, lo que hizo llegar a Freeney fresco a los partidos de la postemporada.
Este proyecto a corto plazo emociona al nuevo jugador de los Seahawks, que ve como, a pesar de su veteranía y de que hay muchos jóvenes llamando a la puerta de grandes equipos, se sigue depositando confianza en él.
Los de Seattle van de menos a más esta temporada y aspiran a ser los campeones de la NFC Oeste y, a partir de ahí, luchar por la Conferencia Nacional. Pero el gran trabajo de los Rams se lo están poniendo difícil, por lo que la incorporación de Dwight Freeney será fundamental para lograrlo.