Hasta el mejor paseo por la playa llega a las rocas, o lo que es lo mismo, la derrota es ineludible incluso para uno de los mejores equipos de la historia. Nueva Zelanda acudía a la ventana de amistosos de noviembre con la ilusión de ampliar el récord de victorias consecutivas en partidos internacionales, pero a las primeras de cambio comprobaron que sus rivales no estaban dispuestos a permitirlos.
El oval se desplazó a Estados Unidos, en un ejercicio de concienciación y difusión del rugby en territorio poco dado a este deporte, y más en su versión tradicional de quince contra quince, e Irlanda se afanó por hacer una presentación en sociedad deslumbrante. Con un juego vibrante e incisivo, se impuso a unos Alla Blacks cuyo asombro al verse por debajo en el marcador pareció atenazarles.
Irlanda homenajeó al fallecido Antonhy Foley con uno de sus mejores partidos en los últimos tiempos
El partido estuvo cargado de simbolismo, después del fallecimiento de Anthony Foley a los 42 años, entrenador del Munster y uno de los más emblemáticos jugadores en la historia de Irlanda. Sus compatriotas le rindieron homenaje antes, durante y después del partido. Jonathan Sexton comenzó la fiesta, que fue continuada por los ensayos de Murphy, Stander y Conor. Nueva Zelanda no era capaz de frenar las acometidas del XV del Trébol, muy preciso en el juego a la mano y con una delantera desatada.
Henshaw puso la puntilla a Nueva Zelanda con un ensayo en el minuto 75
Tan solo George Moala pudo hacer un ensayo, pero le sirvió a Nueva Zelanda para irse 30-8 por debajo en el marcador. Sin embargo, los All Blacks se pusieron el mono de trabajo y en una apoteósica segunda parte, llegaron a colocarse con un marcador de 33-29 gracias a los ensayos de Perenara, Smith y Barnett. Cuando parecía que la remontada se consumaría, Irlanda aprovechó la ansiedad y sobreexcitación de los oceánicos para lograr un ensayo por medio de Henshaw con transformación de Carbery.
Triunfo histórico para Irlanda, que intentará repetir hazaña en apenas dos semanas, cuando reciba en el Aviva Stadium a los neozelandeses. Italia y Francia también jugarán ante unos All Blacks heridos en su orgullo tras esta derrota.