En 2016 quedó fuera de la Copa de Maestros de Londres tras seis presencias consecutivas, mientras que este año ha acabado a duras penas entre los veinte mejores del mundo. Y es que para Tomas Berdych los años no pasan en balde. A sus 32 años, el tenista checo ha realizado su peor temporada como profesional desde 2009, rompiendo una racha de tres consecutivos conquistando al menos un título en su palmarés y evidenciando un desgaste físico y mental que no ha hecho más que aumentar durante estos últimos 12 meses. 

Oportunidad perdida ante Federer en Miami

Como viene siendo habitual, el checo eligió la capital qatarí, Doha, como punto de partida. Allí cuajó una de sus mejores prestaciones cayendo en la penúltima ronda ante el, por entonces, número uno del mundo, el británico Andy Murray. Pero tras este esperanzador inicio, se sucedieron las decepciones. La mala fortuna quiso deparar a Berdych un posible enfrentamiento en la tercera ronda del Open de Australia ante el suizo Roger Federer, que disputaba un torneo oficial seis meses después tras estar convaleciente debido a una lesión de menisco. 

35-18 es el balance de victorias y derrotas de Berdych este año, el peor desde 2009, en el que terminó 36-26No hubo partido. El helvético pasó por encima del checo, noveno favorito del cuadro, con una superioridad insultante por 6-2 6-4 y 6-4. Más de dos meses después, ambos volvieron a verse las caras en los cuartos de final del Masters 1000 de Miami. En esta ocasión, Berdych sí plantó cara al suizo pero, al igual que le ha ocurrido durante casi toda su carrera, no fue capaz de rematar la faena desperdiciando dos bolas de partido en el desempate del tercer set. El propio Berdych declaró sentirse frustrado por perder de esa manera, puesto que una victoria frente a Federer podía haber supuesto un punto de inflexión en una temporada que estaba siendo bastante pobre. 

Tomas Berdych durante su partido de cuartos de final en Miami ante Roger Federer. Foto: zimbio.com
Tomas Berdych durante su partido de cuartos de final en Miami ante Roger Federer. Foto: zimbio.com

Federer vuelve a cruzarse en su camino en Wimbledon

Tras completar una gira de tierra sin pena ni gloria (segunda ronda en Roland Garros, entre otros resultados) en la que su mejor prestación fue la final en el ATP 250 de Lyon (Francia), perdida ante el local Jo-Wilfried Tsonga, Berdych se reencontró con su mejor nivel en la superficie más propicia para su juego: la hierba. En el césped protagonizó dos duelos excepcionales ante el español Feliciano López. Tanto en los cuartos de final de Stuttgart (6-7 6-3 y 6-4) y Queen's (7-6 6-7 y 7-5), el toledano se llevó el gato al agua pero Berdych desplegó su mejor tenis del año, algo que le permitió afrontar Wimbledon con garantías de poder defender las semifinales alcanzadas en la pasada edición. 

Y así fue. El checo fue de menos a más, superando duelos muy complicados ante el francés Jeremy Chardy, el estadounidense Ryan Harrison o el austríaco Dominic Thiem, actual número cinco del mundo. En los cuartos de final le esperaba el serbio Novak Djokovic, pero éste se retiró a comienzos del segundo set por lesión en el codo, facilitando el pase a la penúltima ronda al checo que, no obstante, ya se había hecho previamente con el primer set. Berdych se encontraba en su momento más dulce de la temporada pero, una vez más, Roger Federer se interpuso en su camino. En un buen encuentro por parte de ambos, el suizo fue mejor en los momentos clave y eliminó a su rival por 7-6 7-6 y 6-4

El checo al servicio durante las semifinales de Wimbledon ante Federer. Foto: zimbio.com
El checo al servicio durante las semifinales de Wimbledon ante Federer. Foto: zimbio.com

Vuelta a la realidad tras Wimbledon

La excelente actuación del checo en la gira de hierba le había metido de lleno en la pugna por un puesto, tanto en el top10 como para las Nitto ATP Finals. Pero tras verse remontado en las semifinales del torneo de Los Cabos (México) ante el australiano Thanasi Kokkinakis, el checo volvió a ser preso de su irregularidad y de unos problemas físicos que fueron aumentando con el paso de los meses. 

El checo comenzó la temporada junto a Goran Ivanisevic, pero ambos lo dejaron tras Roland Garros. Ahora entrena junto a su compatriota Martin StepanekTras el torneo mexicano, Berdych sólo fue capaz de disputar tres torneos oficiales (sí estuvo en la Laver Cup con el equipo europeo) antes de dar finalizada la temporada antes de tiempo por continuos problemas físicos. En Cincinnati cayó a las primeras de cambio ante el argentino Juan Martín del Potro, mientras que en el último Grand Slam del año, el US Open, firmó otra actuación decepcionante al irse en la segunda ronda ante el ucraniano Alexandr Dolgopolov. El mismo resultado obtuvo en el que, a la postre, fue su último evento del año, el ATP 500 de Pekín, donde cedió en tres mangas ante el ruso Andrey Rublev. Tras esta derrota y con evidentes molestias físicas, el actual número 19 del mundo decidió cerrar este decepcionante año sin disputar ni un sólo torneo más. 

2018 se presenta como un año clave en el futuro inmediato de Tomas Berdych. Un jugador asiduo a ocupar una plaza entre los mejores del mundo en las últimas temporadas pero al que el peso de la edad y de una juventud que viene pisando fuerte, amenazan con dejarle fuera de la pelea para siempre.