El medio día de este sábado en las Instalaciones de Cantera las Pumas lograron ahuyentar los fantasmas que les habían negado conseguir un gol en sus últimos tres encuentros. Así, el equipo de la universidad por fin se reencontró con la victoria, la cual, se había extraviado desde la jornada uno y lo hicieron además, con un juego que hace mucho que no se veía en Ciudad Universitaria

Ante un intenso sol y una asistencia atípicamente más baja de lo que se suele ver en la tribuna de Cantera, el equipo felino se jugaba las esperanzas de encaminarse a disputar la liguilla en la jornada 9. A pesar de la mala racha con la que llegaban las universitarias el ambiente dentro y fuera de la cancha presagiaba que las cosas iban a tomar un rumbo distinto.

El calentamiento de Pumas reveló una de la sorpresas de la tarde; la capitana Deneva Cagigas arrancaría el partido en el banquillo de suplentes, en su lugar entró Gabriela Álvarez. A su vez, el regreso de Jaquelín García ilusionaba a los presentes, ya que sumaba sin jugar los tres juegos que tenía Pumas sin marcar. 

El partido en esta ocasión inició desde los vestidores. El equipo local rugía tan fuerte que los estruendos resonaron hasta rectoría. Tras un Goya y entre cantos que versaban Dale Pumas  saltaron las locales a entonar el himno. Después de cumplir con el protocolo de la Liga, ambos equipos rompieron formación pero las felinas acudieron a la banca para mandar un mensaje a propios y extraños "Pumas es garra, Pumas es pasión".

El partido arrancó oficialmente, rodó el balón con un control y una ambición que estaba cargada para las locales. Santos de la Laguna era el rival en turno, pero las locales parecía que salían a vencer a sus propios fantasmas. La euforia con la que arrancó Pumas se hizo notar de inmediato, ya que la intensidad era tal que al minuto tres ya llegaban con peligro. El cobro de una falta en la banda derecha abrió el marcador para las locales terminando con los hechizos. Gabriela Álvarez tiró con  furia buscando un pie defensor u ofensor pero no lo encontró, lo que si encontró fue la red y el primer gol del día. 

El panorama se abrió momentaneamente para las dirigidas por Ileana Dávila quien se había convertido en blanco de los reclamos por parte de la afición auriazul. Pero el equipo de la Laguna respondió rápidamente. Lanzó por lo menos cinco tiros de esquina seguidos, exigiendo a Melany Villeda que se estiró para negarle el gol a la visita. 

Pumas logró echar de nuevo a las laguneras al medio del campo y parecía que la contienda iba disputarse con más fuerza que habilidad pero no fue sino el empuje auriazul lo que definió el encuentro. Las que vestían los colores de la universidad se batieron frente al marco de Santos quienes recurrieron a parar a la ofensiva auriazul con faltas y así llegó el segundo gol. Jaquelín García cobró fuera del área, estrellándose el esférico en el larguero, a lo que Daniela Sánchez aprovechó el remate para marcar el segundo de la tarde. 

La algarabía que se había ausentado de las gradas se apoderó de los presentes, tanto para quienes miraban emocionados como para las que jugaban. El tercer gol llegó al minuto 30, tras un cobro de esquina el balón rechazado cayó en los botines de Daniela Sánchez que cruzó el arco para marcar su doblete. 

La historia parecía un cuento añejo de las grandes proezas de los equipos que suelen jugar en el Estadio Olímpico Universitario. Lamentablemente los instantes agridulces se presentan en los mejores momentos . Al minuto 37, la goleadora del encuentro se fue al vestidor tras una jugada que no quedó clara ni para el árbitro central, que tuvo que consultar con la abanderada si el cartón era el correcto. 

Para la segunda mitad el juego bajó en intensidad,  no fue por la inferioridad numérica de las locales sino por el sol que asfixiaba hasta al balón que rodaba cada vez más lento. Pumas controló el juego aunque Santos encontró muchos espacios. Mélany Villeda salió varias veces para descolgar la ofensiva santista. 

A diferencia de otros encuentros el medio campo local sobresalió, se armaban jugadas desde las profundidades del área y el peligro no cesó a pesar de los polémicos cambios de Ileana Dávila quien sacó a JaquelínHilary García. Pero la labor de Alexandra Martínez resultó sumamente notable, cubrió la parte baja y era siempre la válvula por la que pasaba todo el juego auriazul. 

Cuando parecía que el rayo del sol acababa con los goles del encuentro la defensa lagunera se revolvió pero no pudo evitar meter una mano dentro del área. El penal que se decretó después de un par de minutos de incertidumbre fue cobrado por la 10 Diana  García, que cruzando a la arquera convirtió el cuarto y último gol del encuentro. 

El juego terminó con un par de jugadoras de ambos equipos que  tuvieron que salir tras resentir el golpe del calor que asoló el encuentro. Santos se hunde en la tabla y Pumas encontró una bocanada que le da vida tanto en sus aspiraciones de llegar a la liguilla como para apaciguar los cuestionamientos. 

Las  auriazules respiran y demuestran que tienen sus propios conjuros para salir del bache con un juego que sacia las exigencias de una afición como lo son  las  universitarias. De a poco han encontrado el camino a concretar los marcadores que necesitan. En todas sus líneas se notó una mejoría. Pumas descansa la próxima jornada y regresa el 19 de septiembre para enfrentar a Juárez