Ante la baja de Paglialunga, la dirección técnica de la SD Ponferradina buscó rápidamente refuerzos y, a falta de uno, han llegado dos a Ponferrada. El primero fue Jon Gaztañaga, que puede alternar con la posición de central, y el segundo ha sido Gonzalo Melero. El mediocentro o mediapunta ha crecido desde la categoría alevín en la Fábrica del Real Madrid. Ha ido subiendo escalones, hasta encaramarse al futbol profesional en el Real Madrid C. Previamente había sido encargado de levantar la Copa del Rey Juvenil al conseguirla siendo capitán. 

En el segundo filial merengue, Gonzalo Melero coincidió con Manolo Díaz como entrenador, antes de que este diera el salto al Real Madrid Castilla. Era fijo en el once inicial y lo continuó siendo durante toda la temporada, jugando 37 partidos en los que aportó siete goles gracias a su llegada y su buen juego entre líneas. También destaca en su golpeo de larga distancia, con el que consigue sorprender a las defensas.

Sin oportunidades en el Castilla

Zinedine Zidane no ha apostado por Gonzalo Melero desde su llegada al banquillo blanco. La imperiosa necesidad del filial blanco de ascender a la Liga Adelante le ha llevado a apostar por los mismos futbolistas que ya jugaron la temporada anterior en el Castilla. Tan solo ha jugado 224 minutos, divididos en seis partidos, dos de ellos como titular pero sin finalizarlos.

Por ello, a pesar de estar en la misma división, el salto entre filiales le ha supuesto un escalón muy alto al centrocampista. Así, ha decidido cambiar de aires y recalar en la SD Ponferradina con quien firma un contrato de dos temporadas y media. Una apuesta de futuro del club berciano.