6 de diciembre de 2015. La SD Ponferradina golea en El Toralín a un desconocido Osasuna por 3-0 y se coloca en la zona noble de la Liga Adelante. Hoy, 3 de marzo de 2016, exactamente tres meses después, la Deportiva vuelve a saborear los tres puntos después de una odisea por los campos de Segunda División que le ha llevado a estar diez jornadas sin ganar, sin conocer la victoria. Una victoria que se había olvidado ya en el estadio berciano donde Córdoba, RCD Mallorca, Alcorcón, Elche... habían sacado resultados positivos. El equipo blanquiazul se había convertido en un conjunto "aspirina" que solucionaba los problemas de cabeza de los rivales de la categoría. Pero esta tarde algo cambió. Tres meses después. Con caras nuevas, eso sí, empezando por el entrenador que ahora es un Fabri al que el esquema 4-5-1 le empieza a dar réditos. Y siguiendo por los jugadores. Diego Seoane se ha hecho con el carril derecho, dos fichajes invernales como Raíllo, del Espanyol, y Aguza, del Real Madrid Castilla, han conseguido por méritos propios un puesto en el once y en punta Berrocal volvió tras dos semanas con molestias.
Una primera parte con mucho que perder
Con muchas dudas salieron los equipos al césped. Los dos sabían que un empate no les ayudaba a salir del pozo y que el partido se iba a decidir por los pequeños detalles. Fue la Ponferradina la primera en probar fortuna a los dos minutos, pero el disparo se fue por poco. Respondería el Numancia con mayor control de la pelota y avisando amenazando la portería de Dinu. Sería Álex Alegría quien daría la primera oportunidad al portero rumano de lucirse con un buen remate y poco después, de nuevo el delantero numantino tendría una clara ocasión en una jugada embarullada, pero su disparo se iría por encima de la portería para tranquilidad de la parroquia local.
Eran los peores minutos de la Ponferradina que no tenía el control del balón pero que tampoco sufría en exceso. Posesión pasiva de los de Jagoba Arrasate que no conseguían materializar ese control del juego gracias a Marc Pedraza y los hermanos Valcarce, que volvían por primera vez su tierra como visitantes en una semana en la que el Atlético Astorga ha firmado un convenio con José Fernández Nieto para pasar a ser el filial de la Ponferradina. Álvaro Antón tendría la más clara de los locales pero tampoco acertaría en su intento de batir a Munir. Todo por decidir por tanto, en la segunda parte, en un partido trabado y con mucho miedo a perder y acentuar las posiciones de riesgo en la que se encuentran los dos equipos castellanos.
Cambio de actitud en la segunda parte
Tras el paso por vestuarios la contienda se igualó en el centro del campo y los dos equipos mostraron sus armas. El Numancia intentaba salir rápido a la contra y aprovecharse de la hasta ahora desordenada defensa berciana mientras los de Fabri buscaban desde fuera el gol de la victoria. Aguza, que se ha hecho con la titularidad casi sin oposición, se llenaba de confianza con cada zancada y probaba desde la media luna pero su disparo no encontró portería. Pasaban los minutos y ambos técnicos movieron ficha desde el banquillo. Arrasate dio entrada a Jorge Díaz y a Dani Aquino para buscar más verticalidad en ataque. Por su parte, Fabri alteraba el esquema de 4-5-1 y sustituía a Jonathan Ruiz por William Jébor, pasando a un 4-4-2.
Fue precisamente el liberiano el que en una jugada aislada condujo bien un balón por banda izquierda y centró mordido al pico del área donde apareció como un tornado Vullnet Basha para rematar con pierna derecha y enviar el esférico al fondo de las mallas. Nada pudo hacer Munir para evitar el fatal desenlace. La Ponferradina estaba buscando con ahínco el gol y al final el marcador plasmaba esas ansias de la Deportiva de salir de esa mala posición en la que se ha visto inmerso. 1-0 en El Toralín.
Corría el minuto 75´y aun quedaba mucho partido en El Toralín. El nuevo inquilino del banquillo de la Deportiva dio oxígeno al centro del campo con la incorporación de Andy en la medular pero el Numancia quería rascar por lo menos un punto de su visita a la capital berciana. Tendría su oportunidad en un remate desde el borde del área del lateral derecho Medina pero Dinu respondió con una estirada que vale tanto o más que el gol de Basha.
Con el pitido final la Ponferradina pudo al fin respirar tras once jornadas sin conocer la victoria y tres meses sin sumar los tres puntos en su feudo, un Toralín que va a ser clave para conseguir el objetivo primordial del equipo que no es otro que la permanencia. Avisaban en la previa que quedaban 15 finales. Pues bien, ahora quedan catorce. Próxima parada, el Nou Estadi contra un rival directo, el Nástic de Tarragona.