Dicen que las comparaciones son odiosas. Sobre todo, si se hacen dentro del mundo deportivo, en la que cada competición, independientemente de la categoría, están en continua búsqueda de la originalidad y de convertirse en un atractivo para el público espectador. En el caso del mundo del motor, es complicado no pensar en dos competiciones que siempre, de algún modo u otro, están en el punto de mira.
De las dos pasando por las cuatro ruedas, del motociclismo al automovilismo, la relación entre MotoGP y Fórmula 1 está en ocasiones en el ojo del huracán al querer identificar cuál es superior en diferentes aspectos como la atracción deportiva, la presencia en redes sociales y en las diferentes retransmisiones deportivas.
Ambas competiciones levantan pasiones en cada país que pisan, destacando su paso por España. Con orígenes muy diferentes, tanto MotoGP como Fórmula 1 han logrado crear un mercado internacional de promoción en el que mantener una base de aficionados atraídos por estas competiciones. Sin embargo, las semejanzas y diferencias entre ambos se han extrapolado a temas extradeportivos.
A lo largo de 10 meses, estas competiciones mantienen el control con 24 y 21 citas de competición que les permite acumular datos de audiencia estratosférico. La Fórmula 1 gana en este sentido al mantener esta temporada récord de Grandes Premios y acumular una audiencia mundial de aproximadamente 70 millones de espectadores, mientras que para MotoGP el crecimiento fue menor y estuvo acompañado de 3 millones de aficionados en los trazados, según recoge RTR Sports.
La importancia de la espectacularización
Los aficionados al mundo del motor buscan la acción. El espectáculo marca las agujas de un peso que decae de uno u otro lado. En los últimos años para el de la Fórmula 1. La presencia de pilotos como Fernando Alonso y su famosa 33 o la rivalidad entre Max Verstappen y Lewis Hamilton hacen de la F1 el gran circo que es.
A ello se une la creación de series documentales como Drive To Survive en la que el deporte queda en un segundo plano y es el espectáculo de los propios pilotos el que hace que aumente anualmente una audiencia fiel, independientemente de que sea un mismo piloto el que siempre gane.
MotoGP no ha tenido la misma suerte desde la salida de sus grandes estrellas. El adiós de leyendas como Valentino Rossi, Dani Pedrosa o Jorge Lorenzo, la ausencia de Marc Márquez recuperándose de la lesión del brazo y la falta de rivalidades llamativas han sumido a MotoGP en el segundo escalón del podio. Las preguntas ante el por qué ha ocurrido esto son claras. Las soluciones aún no.
Desde Dorna han trabajado para encontrar respuestas. Con la llegada de la pandemia, la situación se agravó. No obstante, en 2023 pareció encontrar la luz al final del túnel. La rivalidad entre Pecco Bagnaia y Jorge Martín hasta la última carrera y la vuelta de Marc Márquez hicieron que la Categoría Reina se reencontrase con la espectacularización.
Su evolución en España
Con la fundación de Dorna, MotoGP llegó a ser un producto nacional del cuál todo el mundo tenía acceso ya sea en los circuitos o a través de los medios de comunicación. La Fórmula 1 era un producto aún desconocido.
Con la aparición de Fernando Alonso y sus dos títulos la situación dio un vuelco completo. Ambas competiciones ganaban peso en nuestro país. Los españoles daban espectáculo, y además, luchaban por títulos mundialistas. No eran unos cualquiera. Los medios se hacían eco de ello. Todos conocían al detalle lo que ocurría.
Sin embargo, el espectáculo manda una vez más, y con el declive de los pilotos punteros las noticias no interesaban. Los medios públicos dejaron de contar con el dinero para pagar las altas demandas, las empresas privadas se hacían con los derechos por un tiempo y el público aumentaba sus exigencias.
La creación de las plataformas de pago como Movistar y DAZN se han convertido en el último resultado de un experimento de años en los que, nuevamente, el espectáculo y el espectador deciden.
Aún así, es MotoGP quien ha salido ganando durante las dos últimas décadas al mantener una audiencia estable, tal y como señala 'El Señor de los Medios' en sus gráficas de datos. La Fórmula 1, gracia a la compra por parte de Liberty Media, ha logrado juntar las piezas necesarias para convertirse en la tercera competición con mayor predisposición a pagar, pero es MotoGP quien no ha necesitado de elementos externos para mantener sus datos.
La 'Formulaunización' de MotoGP
Ambas competiciones han mantenido su deseo de buscar la originalidad en algo que les haga diferente. La Fórmula ha ganado esta batalla al motociclismo. La gran inversión económica y financiera les ha permitido crear un producto con gran atractivo.
La necesidad de los campeonatos de innovar formatos e incrementar su presencia social ha incitado a los organizadores a compartir métodos de funcionamiento. Los más recientes, las famosas carreras al sprint y el pit walk de los pilotos antes de la celebración de las carreras.
Cada Mundial tiene su propia personalidad, pero es verdad que algunos elementos están interrelacionados, y que es MotoGP quien más observa al otro. La necesidad de renovarse y de recuperación de seguidores ha promovido que MotoGP ponga en marcha estas y otras desconocidas innovaciones con las que mostrar una mayor calidad en el producto. Hasta el momento, parece funcionar.
Muchos expertos consideran estas innovaciones una copia de la originalidad. La 'Formulaunización' parece ser una realidad. Sobre todo, en temas como la aerodinámica y la elección de neumáticos. En las carreras de MotoGP ya no se busca la velocidad por piloto, sino que es la moto con mayores ventajas aerodinámicas, como las alas traseras o delanteras, quien marca la diferencia. La degradación de los neumáticos, a falta de instalar los famosos pit stop como en F1, determina los tiempos.
Nuevas formas de comunicación
Al igual que en otras actividades, MotoGP y Fórmula 1 se han visto en la obligación de adaptarse a los cambios sociales y comunicativos. Las organizaciones de motor han enfocado su contenido dependiendo de las nuevas exigencias del espectador.
Las estrategias en carrera quedan en un segundo plano para potenciar las redes sociales de las competiciones y de los protagonistas. Youtube, Instagram, Twitter, e incluso Twitch, son algunas de las redes en las que estas competiciones buscan potenciar su producto para atraer seguidores.
En definitiva, las comparaciones entre ambas competiciones de motor han llevado a una situación en la que tratan de sobrevivir ante los cambios sociales y mediáticos. MotoGP trabaja en recuperar el liderazgo que hace años tenía gracias a leyendas como Rossi o Lorenzo. En la Fórmula 1 encuentra su modelo de guía para lograrlo y, aunque muchos lo tachan por falta de originalidad, ambas competiciones están en continua retroalimentación.
El espectáculo les une. Las nuevas formas de comunicación parecen intentar separarles, pero es en este punto y en la demanda de la audiencia en el que pueden lograr ser Campeones del Mundo del motor.