Toronto cayó nuevamente ante Chicago Bulls, rival que no puede vencer desde la temporada 2013/14 (novena derrota consecutiva). Aún así, el equipo canadiense se mantiene como líder del a división atlantico y segundo en la Conferencia Este, detrás de los Cleveland Cavaliers.
En sístesis, Chicago comenzaba el encuentro de gran forma. Lograban sacar un parcial de 13-4 en los primeros cuatro minutos. No obstante, Toronto emparejaba la cifra con una gran versión de su Big Three -Kyle Lowry, DeMar DeRozan y Jonas Valanciunas- por el cual finalizaban el primer cuarto con desventaja de cinco puntos (29-34).
En el comienzo del segundo cuarto, el reserva McDermott se encedía con 12 puntos al hilo, el cual Chicago aprovechaba para sacar una ventaja de doce, la máxima de momento. Los locales iban a encontrar aire en el banquillo, las rotaciones iban a apagar las llamas de los Toros para ir al descanso abajo por seis puntos (52-58) con un bombazo sobre la bocina de Patrick Patterson.
Los Bulls retornaban las acciones del juego con la misma mentalidad de la primera mitad. La gran actuación de McDermont desde la banca seguía siendo efectiva, sumado a los valiosos aportes de Nikola Mirotic, los dirigidos por Fred Hoiberg entraba al último cuarto con una ventaja de siete puntos (84-77) y un claro dominio.
En el último período, pese al gran dominio de los Bulls, Toronto volvía a meterse en partido con la reaparición de Kyle Lowry. El base titular del último All-Star se encedía para poner a los suyos a sólo cuatro puntos a falta de 40 segundos. Con una tonta pérdida de Justin Holiday, Toronto se esperanzaba quedando a sólo un doble a falta de 15 segundos, pero Taj Gibson le decía 'no' a DeRozan en la última penetración y así los visitantes se llevaban un triunfo de oro por 109-107 ante el siempre difícil Toronto.