Se podría decir que San Antonio se tomó una suerte de revancha con respecto a lo sucesido en el juego dos, en el AT&T Center. En aquella oportunidad, un nefasto arbitraje (dónde no se observaron cuatro caras infracciones, la primera correspondía que los Spurs tomen dos libres por un empujón ofensivo a Emanuel Ginóbili) dejó a los Thunder igualados en la serie y, de ganar en el juego tres, quitarle la localía a los texanos. No obstante, los dirigidos por Popovich demostraron madurez todo el juego, pero resaltantemente en la etapa final del mismo, para poner la serie 2-1 en su favor, venciendo a los locales 100 a 96, y seguir manteniendo la ventaja de definir como local.
A pesar del triunfo de San Antonio, que es muy meritorio por ganar en ese estadio, lugar en el cual cayó las dos veces que lo visitó durante la temporada, se podría decir también que Oklahoma fue un factor influyente para que este resultado sucediera. Claro, porque los locales estaban seis puntos arriba en el marcador, faltando poco más de tres minutos por jugarse; ese instante, era el peor pasaje para San Antonio en la serie. Pero, los Thunder pecaron de falta de madurez, es extraño para jugadores que ya han jugado finales de Conferencia e, inclusive, de NBA, sin embargo cometieron tres de las catorce pérdidas durante esos minutos. Y, el dato más llamativo, es que dos de ellas fueron de Westbrook, incisivo y sobrio en los contraatques pero con gran falta de calma y lectura de base en los momentos clave, y la restante de la esperanza máxima de la franquicia: Kevin Durant que, a propósito, pueden ser los últimos partidos suyos con esa camiseta.
En el juego, en el cual San Antonio fue dominador absoluto en el 90% y sumamente eficaz en los tiempos culmine (está por demás decir que fue uno de los mejores partidos de los Spurs durante toda la temporada) se destacaron los futuros de la franquicia, en primer lugar Kawhi Leonard (31 puntos, 11 rebotes y 3 asistencias), LaMarcus Aldridge (24 unidades y 8 recobres) y, principalmente, la cuota de experiencia de Tony Parker (aportando 19 tantos y 8 rebotes). Por su parte, Emanuel Ginóbili sumó 5 puntos, 3 recobres y 3 pases gol en 19 minutos.
El cuarto juego será, nuevamente, en el Chesapeake Energy Arena, el próximo domingo a partir de las 21.00 horas, en Argentina.