A partir de las realidades de ambos, los expertos manifestaban que los Warriors iban a tener una tarde-noche tranquila en Phoenix. Sin embargo, los dirigidos por Steve Kerr tuvieron que trabajar, y mucho, para vencer a los Suns 106-100 y llegar al segundo triunfo en tres presentaciones.

Earl Watson, entrenador del dueño de casa, entendió que para que Phoenix dé el salto de calidad necesita mejorar en defensa, y eso lo demostró en el segundo cuarto. El equipo se paró un poco más cerca de la mitad de cancha, con la intención de complicar al gran trío anotador de Curry, Thompson y Durant. Presionando antes de la línea de tres, leyendo las líneas de pases, e interceptando los ataques rivales, el dueño de casa se la fue complicando al gran candidato por el oeste.

Golden State perdió muy seguido la pelota, por lo que el local apostó a la explosión de velocidad de sus jóvenes para sumar en la pintura. T.J. Warren volvió a ser ‘el’ hombre de la ofensiva local, sumando 26 puntos, mientras que Eric Bledsoe acumuló 21 unidades. En los rebotes, brilló Tyson Chandler con 18 pelotas ganadas de las 50 acumuladas por el equipo.

Pero a la larga el equipo en formación sintió el desgaste y las superestrellas de la visita se fueron soltando. Kevin Durant volvió a ser muy efectivo en ataque, anotando en 10 de sus 17 lanzamientos de campo para sumar 37 unidades. Aprovechando el cansancio rival en los minutos finales, el alero aportó varias acciones ofensivas claves para que el equipo vuelva a sumar un triunfo.

También fueron importantes Curry, Thompson y Green. El base anotó cinco combazos para acumular 28 tantos, mientras que el ayuda-base sumó 14 unidades. En tanto el interno contrarrestó la labor de Chandler al imponerse en los rebotes en 13 ocasiones y combinar 23 junto a Zaza Pachulia. Además Draymond aportó buenas defensas en la pintura en los momentos cúlmines para que Golden State llegue al récord 3-2.