Los Angeles Lakers no han podido despegar todo su potencial y luego de la mitad de juego, se cree (salvo un milagro) que están destinados a quedar fuera de los Playoffs. Ni siquiera el ingreso de Lonzo Ball a la franquicia fue suficiente para enderezar el camino.

En la noche del viernes fue sometido por una paliza 108 a 94 en el Staples Center ante Charlotte Hornets, quien tuvo a varios jugadores en doble dígito.

El base del equipo, Kemba Walker, fue la carta de gol más importante al totalizar 19 tantos, siete asistencias y cuatro robos. Fue ayudado por Jeremy Lamb (ex Thunder), quien desde la banca añadió 17 unidades, Marvin Williams con 16, el pívote Dwight Howard (con pasado púrpura y oro) con 15 puntos y 10 rebotes, Michael Kidd-Gilchrist con 13 y Frank Kaminsky con 12 más.

En los Lakers, el alero Brandon Ingram, de aceptable segunda campaña en la NBA, fue el máximo anotador del equipo con 22 unidades y 14 recobres. Julius Randle con 15 tantos y 10 tableros, Lonzo Ball con 11 tantos y Brook López con misma cantidad de puntos cerraron las mejores presentaciones en los locales.

Los Charlotte Hornets, bajo la batuta de Steve Clifford, se encuentra con un paso irregular en la temporada 2017/18, donde la tabla de posiciones lo encuentra en la décima segunda ubicación con una marca 14-23. Su próximo objetivo serán los Dallas Mavericks el próximo miércoles en su cancha.

La escuadra angelina, comandada por Luke Walton, no tiene rumbo fijo y hasta el momento ocupan la última colocación de la Conferencia Oeste con 11 victorias y veintiséis derrotas. Ahora buscará dejar la racha de nueve derrotas en fila ante Atlanta Hawks, rival al que recibirá este domingo a partir de las 19 horas.