El juego de Lanús en estos años ha sido siempre el mismo, ir para adelante a como dé lugar, con jugadores rápidos por los costados, un buen referente de área para convertir en goles los buenos pases de los extremos y con un buen mediocampista tapón que maneje la mitad de la cancha con soltura.

El técnico y los jugadores saben que tienen que ir para adelante y demostrarle a su hinchada para que está Lanús en esta temporada. El Mellizo mantendrá el esquema de siempre, pero habrá muchos cambias en lo que respecta a los apellidos que conforman la táctica.

El arco finalmente se lo quedará Fernando Monetti, jugador que vino proveniente de Gimnasia para tapar el hueco que dejó Agustín Marchesín al migrar al fútbol mexicano. En un principió el arco parecía de Matías Ibañez, pero al final no le pudo ganar el puesto al nuevo refuerzo.

En la última línea no se toca nada, el DT mantuvo a los cuatros jugadores que conformaron la defensa a lo largo de la temporada pasada, dejando así a Diego Barisone, nuevo refuerzo, fuera de la defensa titular y esperando su momento sentado en el banco de suplentes de Arias y Guidi.

El mediocampo estará conformado por dos de los jugadores que alternaban el año pasado en la titularidad: Marciano Ortíz y Víctor Ayala. El otro lugar en la mitad de la cancha será de Matías Fritzler, quien ocupará el espacio que dejó Somoza al regresar a Vélez Sarsfield.

La delantera, sin Silvio Romero, el goleador de la temporada pasada, estará formada por Benitez nuevamente en la derecha, Santiago Silva de centro delantero y con el mejor jugador, Lautaro Acosta, tirado sobre la izquierda para causar destrozos a la hora de desbordar y enganchar para adentro. Este es el equipo con el que Guillermo espera poder lograr la verticalidad y presión en ofensiva que logró cuando consiguió la Sudamericana.