Guillermo insultado por la prensa de San Lorenzo, Fritzler golpeado por un ex socio, Banfield con cuatro partidos consecutivos ganados, etc. Las diferencias entre los rivales más eternos que se enfrentan en el Sur es notable, sin embargo, el clásico olvida de todos los males y los bienes de cada uno.

Solo se habla de una cosa: el partido. Sin importar sus presentes ni su historia, los 90 minutos definirán quién es (en la actualidad) mejor que otro.

“Tenemos que tener más precaución que lo normal y estar bien parados”, comenzó su discurso en rueda de prensa Carlos Araujo, a sabiendas de lo importante que será el partido y lo aislado del torneo de 30 equipos: solo habrá dos.

Con perseverancia y carácter, el lateral subrayó que “el que esté mejor el domingo va a ganar. Nosotros estamos tranquilos”, en coindicencia con las declaraciones con Maxi Velázquez, que también puso paños fríos a la situación.

“En los clásicos se corre y se mete más de la cuenta”, sacó a relucir su chapa de capataz de estos partidos, después de 3 años de disputarlos. Y agregó, con intenciones de reducir los defectos: “A veces, por buscar el arco frecuentemente y rápidamente, se pierde precisión”.

Para cerrar la charla, el mendocino dio su veredicto con respecto a cómo la gente sureña vive estos encuentros: “La ansiedad es más importante que en cualquier partido. El clásico es especial para nosotros y la gente de Lanús”.