Papelón táctico argentino

Argentina fue apabullado por una gran Croacia que aprovechó los descalabros defensivos del equipo de Sampaoli y se clasificó a octavos.

Papelón táctico argentino
Paliza táctica del seleccionado croata.
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Por Facu Moreyra

Los primeros 45 minutos encontraron a Argentina parada con el 3-5-2 predilecto de Jorge Sampaoli, pero quedó demostrado que el esquema no está trabajado y varios jugadores, en especial Lionel Messi, lo terminaron sufriendo. En un partido trabado, con pocas situaciones de gol, ambos equipos se respetaron demasiado y ofrecieron un espectáculo bastante pobre.

Croacia, bien parada atrás y lista para salir rápido de contra complicó por los costados con la velocidad de sus extremos y a sabiendas de este sistema inusual en la Selección Nacional. Mario Mandzukic se movió por todo el frente de ataque y fue la principal arma de peligro de los europeos. La sociedad que Sampaoli intentó fomentar en la mitad de la cancha con Enzo Pérez y Maximiliano Meza no dio los dividendos esperados.

El mediocampo no logró encontrar nunca a Lionel Messi, que una vez más se ve obligado a retroceder hasta el círculo central para entrar en contacto con la pelota. Sergio Agüero fue un espectador de lujo de este primer tiempo y tanto Marcos Acuña por izquierda como Eduardo Salvio por derecha estuvieron más pendientes de las subidas de los croatas que de ser una alternativa en ofensiva. Argentina sigue abusando del pase atrás, lo que le resultó cómodo a Croacia que pobló la mitad de la cancha y cortó todos los posibles circuitos de juego de la Albiceleste.

En el complemento, Croacia se hizo con el balón. De la mano de Ivan Rakitic y Luka Modric manejaron los tiempos del partido y jugaron con la desesperación argentina. Así y todo, las situaciones de peligro seguían escaseando. Argentina no cambió ni en esquema ni en nombres, lo que significó un error (uno más) de un técnico que abusó de la improvisación y terminó confundiendo a los propios jugadores. El combinado nacional no encontraba la pelota y cuando lo hacía lo administraba mal. Messi estuvo lejos de ser el salvador de otros tiempos; se lo vio apagado y por momentos resignado dentro del campo de juego.

Luego del 0-1 tras el error de Wilfredo Caballero, el equipo perdió la calma y la poca claridad que había mostrado en la primera parte. Salvo tibias aproximaciones, no inquietó en ningún momento a Subasic. Los cambios no le aportaron absolutamente nada al trámite del partido más allá de las ganas y el empuje de Cristian Pavón y Paulo Dybala. A partir del caos de Argentina, los croatas demostraron la jerarquía de sus centrocampistas y liquidaron el pleito con los goles de sus mejores jugadores: Modric con un disparo certero desde afuera del área y Rakitic empujó a la red una gran jugada colectiva en la que la defensa albiceleste quedó mirando.

Solo un milagro haría que Argentina se clasifique a la fase final de este Mundial, pero aún así los presagios son oscuros teniendo en cuenta el nivel futbolístico mostrado por Messi y compañía. Argentina, presa de los desmanejos tácticos y estratégicos de un técnico que erró demasiado en sus decisiones. La suerte está echada y Argentina termina por confirmar lo que muchos suponían pero nadie se atrevía (o no quería) ver.