La gente enloquecía por volver a ver a Temperley en su estadio, por un partido oficial y para hacer sentir esa localía que tanto se anhela. Pero las cosas no salieron del todo bien...

Temperley entró dormido a jugar el partido, muy impreciso en las pocas llegadas que tuvo, y muy inseguro de la mitad de campo hacia atrás. En el primer tiempo aguantó como pudo la presión de Villa Dálmine, hasta que en el segundo tiempo no pudo resistir más y a los 16 minutos llegó el primer gol. Ocho minutos después, la sentencia. Villa Dálmine se ponía 2 a 0 y a Temperley se le notaba con carencias al hablar de actitudes futbolísticas. Y así fue como también lo vio el director técnico del Gasolero, que salió a admitir culpas y errores en conferencia de prensa. 

"Desde que dirijo, es la primera vez que veo a un equipo con poca actitud, poca intensidad y cero amor propio. Se jugó mal y no se hizo nada de lo que se planificó. Esto me preocupa porque hay material para jugar a otra cosa", dijo el DT haciendo un breve hincapié en lo que fue la mala imagen que dejó el equipo en su propio estadio.

Cuando se le preguntó por la buena presión del equipo rival en campo de Temperley, Gastón Esmerado respondió: "En mitad de cancha nos ganaron todas las segundas pelotas, a partir de ahí, ellos empezaron a jugar y a encontrar más espacios porque nuestros jugadores quedaban mal posicionados". También agregó: "Uno trata de tener un equipo ordenado, agresivo e intenso, y hoy no se vio nada de eso. Por momentos me daba vergüenza, parecía un equipo que nunca jugó al fútbol".

Ya haciéndose responsable del partido, aclaró: "Soy el principal responsable. Con el cuerpo técnico decidimos los once que entran y los siete que van al banco. Es mejor que esto pase ahora para poder corregirlo, y en cuanto a la actitud, hay que hablar mucho para poder mejorar".