Nunca hay que darse por vencido en la vida. Mientras haya una oportunidad de triunfar, hay que aferrarse a ella. Todo parecía cuesta arriba cuando River Plate tenía que revertir un 0-1 de visitante. En el intimidante estadio Arena do Gremio, el Millonario demostró su grandeza y en la noche del martes superó a Gremio de Porto Alegre por 2-1, con goles de Rafaél Santos Borré y Gonzalo Martínez, en lo que fue una de las Semifinales de la Copa Conmebol Libertadores.
El partido comenzó favorable para la Banda, ya que demostró un gran juego que complicó a Gremio, con buen despliegue, buena movilidad del balón y con situaciones de gol en los pies de Borré (a los dos minutos) y unos minutos más tarde en los de Leonardo Ponzio y Exequiel Palacios que se animaron a rematar a media distancia.
Sin embargo, los entrenados por Renato Gaúcho llegaron al gol, a los 36 minutos del primer tiempo, por intermedio de Leo Gomes, que con un tiro cruzado colocó la pelota en el ángulo, hizo inútil la estirada de Franco Armani. De ese modo puso el 1-0 y 2-0 en el global.
El equipo visitante sintió ese golpe y en el segundo tiempo, le costó generar buen juego. Todo estaba a merced de Gremio, que se paró bien atrás y trataba de salir de contraataque. De hecho, Armani le tapó un mano a mano a Everton. Eso significó más que una atajada.
Gremio hacía tiempo. Sus jugadores se tiraban al piso luego de algún choque mínimo contra los rivales. Pero esa estrategia de los locales no tuvo el efecto deseado, ya que el colombiano Borré puso el 1-1 en el marcador, a los 37 minutos. El delantero desvió de cabeza un tiro libre, en forma de centro aéreo, de Gonzalo Martínez.
Gol de Borré a Gremio:
Y como el fútbol es psicológico, en gran parte, algo impensado ocurrió: Ignacio Scocco disparó al arco, pero el balón pegó en la mano de Bressan. El árbitro, casi que desapercibido, fue a revisar la jugada en el VAR. Lo raro es que ni siquiera el mismo Scocco pidió el penal. Sin embargo, el juez uruguayo cobró penal para el Millonario, a los 44 minutos.
Luego de cinco minutos de demora, por tumultos después de la expulsión de Bressan, "Pity" Martínez (que está loco cómo dice la canción que le hicieron) pidió patear el penal con total autoridad. El 10 de River remató a su derecha, mientras que Marcelo Grohe se tiró a la izquierda. De esa forma, el grito de gol de los hinchas de la Banda se hizo sentir en Brasil y se colocó el 2-1 definitivo en el marcador.
Gol de penal del Pity a Gremio:
Bajo una lluvia torrencial en el Arena Do Gremio, los entrenados hoy por Matías Biscay pero comandados desde el palco por Marcelo Gallardo, se clasificaron a la Final de la Copa Conmebol Libertadores. Algo que River merecía, porque jugó mejor en la serie y por el traspié impensado e injusto del año pasado ante Lanús, también en la instancia de Semifinal y con cierta culpa del mal uso del VAR.
Hoy es todo alegría para el Mundo River, que espera ansioso el arranque del choque de vuelta de Semifinales entre Palmeiras y Boca Juniors, para saber si juega la Final ante el conjunto brasilero o se dará un Superclásico histórico ante el Xeneize.