En Sarandí, los jugadores alternativos del plantel tuvieron la chance de mostrarse y tratar de convencer a Néstor Gorosito de que pueden aportar soluciones cuando se los requiera. Sin embargo, una vez más, la Copa Argentina sigue siendo una quimera en Victoria. Estudiantes de Caseros, de la B Metropolitana, goleó 3-0 al Matador en su estreno copero.

La apática versión de los suplentes y juveniles deja un margen de preocupación de cara al corto plazo, ya que el semestre es corto y a mitad de año se avecina un recambio fuerte. De todos modos, Tigre no se da por vencido: la gran meta será terminar la Superliga afuera de los últimos cuatro lugares de los promedios y quedarse en Primera División, lugar que defiende desde 2007.

En el horizonte, el lunes próximo, asoma Vélez Sarsfield, en el difícil estadio José Amalfitani, por la 21° fecha de la Superliga. El Fortín aspira a clasificar a la Copa Libertadores y que está en un gran momento, ya sin preocupaciones de promedio, de la mano de Gabriel Heinze.

Esta será una verdadera final, porque el Matador está a cinco puntos de San Martín de San Juan, quien tiene 85 unidades en la tabla y está afuera de la zona roja. Mientras que Belgrano tiene 83 y Patronato (a quien Tigre venció en la jornada anterior) suma 84. La lucha está más que apretada cuando solo restan cinco fechas (15 puntos) para que se termine el certamen. Cuatro bajarán a la B Nacional. San Martín de Tucumán es el otro involucrado, y necesita sumar puntaje casi perfecto para zafar, y por ello contrató a Ricardo Caruso Lombardi, un especialista en casos extremos.

Pipo guardó a los titulares, para que lleguen descansados y focalizados en Vélez. Y luego Unión, y Talleres, y Racing y River. Un fixture durísimo. Los puntos perdidos se lamentan. Pero ya es tarde para lamentarse: ahora, hay que ganar.