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Año nuevo, mismos problemas

Tigre volvió a empezar un año con el pie izquierdo. En un partido clave para mantenerse en el pelotón de arriba, el Matador decepcionó, perdió ante Quilmes y salió del Reducido.

Año nuevo, mismos problemas
Los once del viernes (Foto: Club Atlético Tigre).
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Por Nicolás Diz

Cada comienzo de año trae consigo aires de renovación, de buenas energías, de ansiedad en el buen sentido. Todo eso necesitaba Tigre para empezar el 2020 siendo protagonista, manteniendo a casi todos sus pilares salvo Walter Montillo, con los regresos de Juan Cavallaro y Marcelo Larrondo, con la posibilidad de acomodarse entre los cuatro primeros de la zona para soñar con el ascenso a la Superliga. No obstante, en 30 segundos, Quilmes dio un golpe de realidad. Todas las desconcentraciones juntas, desde la pérdida de Jorge Ortíz, el rebote de Gonzalo Marinelli y la libertad de Leandro González para sacudir con un zurdazo a la red. En esa jugada del 1-0 para el Cervecero se resume el presente del Matador.

Solo en 7 de los 16 partidos de la Primera Nacional Tigre mantuvo su arco en cero.

Néstor Gorosito, que en 2019 apostó por una línea de 3 que trajo pocas satisfacciones, dispuso en cancha al mejor equipo que tiene a mano, con una formación para nada despreciable: cuatro en el fondo (con Martín Galmarini de 4), dos volantes de contención como Sebastián Prediger y Ortíz, en las bandas el fútbol de Diego Morales y Cavallaro, y dos puntas, lo que tanto se le reclamaba a Pipo: el goleador Emanuel Dening y Larrondo. 4-4-2, simple, práctico. Pero con los nombres no es suficiente. Prácticamente quedó un holograma de aquel equipo voraz, valiente y comprometido del primer semestre de 2019. El gol recibido antes del minuto (que pudieron ser más en el primer tiempo) refleja las fallas estructurales en la última línea. En desventaja durante todo el cotejo, Tigre nunca supo aprovechar las pelotas paradas, los desbordes; ni supo crear espacios, sin rebeldía, sin incomodar casi en ningún momento al dueño de casa, que llevaba 10 partidos sin ganar, hasta que llegó Tigre. Solo en el final, el descuento del honor de Larrondo cuando estaba todo liquidado.

Hay rendimientos muy bajos, como los de Alcoba (además capitán), Ortíz y Cachete. Los referentes no logran la regularidad ni el nivel que les hizo ganar la titularidad. Sin embargo, en los relevos, no asoman grandes soluciones, salvo en la defensa, con Ezequiel Rodríguez como opción potable. En ofensiva, Carlos Luna y Enzo Díaz suelen tener minutos y suman peso ofensivo, pero si no les llega la pelota en posición de gol, de poco sirve. Los volantes que juegan son los mejores disponibles (queda por recuperar a Facundo Melivilo, lesionado), y nada hacer suponer que perderán su lugar, a menos que Fabricio Domínguez Huertas vuelva a ser considerado. Prediger sigue siendo la bandera del medio y su lugar no peligra. 

En números, la fecha 16 fue para el olvido, no solo por la derrota, sino porque ganaron rivales directos en la lucha para entrar al Reducido (donde ingresarán del cuarto al segundo de cada zona, ya que el primero jugará una final): Atlético Rafaela, rival de la fecha 17, venció 2-0 a Brown de Adrogué y trepó al quinto lugar, con 24 puntos. Mientras que Deportivo Riestra derrotó 1-0 a Gimnasia en Jujuy y regresó al cuarto lugar (o sea, en Reducido), con 25 unidades. Tigre quedó en sexta ubicación, con 22. Todavía restan 14 partidos, nada está dicho. Pero estos puntos luego se lamentan. Queda poco margen de error, porque está todo muy parejo. Y lo visto el viernes debe cambiar radicalmente si las aspiraciones en Victoria son altas.