Copil bombardea a Zverev

El rumano Marius Copil derrotó al alemán Alexander Zverev 6-3, 6-7(6), 6-4 y se clasificó a la final en ATP 500 de Basilea, Suiza. El rumano jugará su segunda definición de en un torneo de ATP y la más importante de su carrera. 

Copil bombardea a Zverev
Copil bombardea a Zverev. Imagen: @ATPWolrdTour
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Por Rodrigo Desmedt

El rumano, conocido por su servicio espectacular, ha ganado cinco partidos consecutivos en Basilea esta semana y esta racha impresionante incluía una de las mejores victorias de su carrera, ya que había vencido a Marin Cilic en la segunda ronda.

Pero en Basiléa faltaba la frutilla del postre, faltaba la decoración de la torta y hoy lo consiguió, ya que venció al alemán Alexander Zverev el sábado, convertiéndose en el primer jugador de su país en luchar por el título de Basilea desde que Ilie Nastase perdió ante Jiri Hrebec en la final de la edición de 1975.

Cópil un jugador que basa su juego completamente en su servicio, y desde el saque transforma todo en ataque, se enfrentaba a la potencia y a la destreza de Zverev. Ambos comenzaron seguros con sus saques, pero en el sexto juego ante la pasividad del alemán, Copil con una gran derecha sobre el revés, inalcanzable, se quedó con el saque del alemán.

Cerrar el quiebre es ganar luego su juego de saque y Marius tuvo un comienzo complicado, con dos errores no forzados (con doble falta incluida) le permitió adelantarse a Zverev 0-30, pero luego con dos buenos servicios y errores de pasividad de Sasha, que le permitieron al rumano consolidar su ventaja.

Luego tras un buen juego de saque del teutón, Cospil sacó con toda su potencia (promedio 237 km/h), y aunque tuvo intermitencias que le dieron la posibilidad a Zverev para volver al juego, con un tremendo segundo saque y una gran volea con efecto en la red se quedó con el saque y la primera manga.

El comienzo del segundo parcial, fue similar al anterior, con un Copil que estaba en su mayor explosión y un Zverev que debía meterse en partido porque si no el rumano mentalmente iba a dominar nuevamente el juego.

Por ello el alemán se hizo sólido con su saque y de a poco fue sosteniéndose en sus juegos de saque, no cometiendo errores, porque otro quiebre del rumano podía ser fatal para sus aspiraciones para llegar a la final. Y gracias a ello el número cinco del mundo fue encontrando mejores sensaciones y gracias a ello pudo dominar la muerte súbita del segundo set y llevar todo al tercero.

En el tercer set ambos continuaron sosteniendo su servicio, hasta que en el décimo juego a Zverev le pesó la camiseta, se le cayeron todas las dudas que le impiden llegar más arriba en el ranking y eso le permitió al rumano lograr, quebrándoles el saque, la mejor victoria de su carrera.