Para encontrar y explicar la definición del término papelón, es necesario revisar la palabra bajo contextos y escenarios. Por ejemplo: la eliminación de Atlético Nacional en los cuadrangulares finales de la Liga BetPlay 2021-II, a falta de solo dos fechas por finalizar el campeonato colombiano, es un hecho con el que en realidad se puede explicar bien esa palabra.

Y es que la situación que vive el equipo no da para menos, pues, aunque quedó campeón de la Copa Colombia 2021, hace seis torneos que no disputa una final del torneo colombiano. Sí, así como lo leen bien, hace cuatro años, justo en ese momento, el actual entrenador de la Selección Colombia, Reinaldo Rueda Rivera, dejaba al equipo campeón y clasificado a la fase de grupos de la Copa Libertadores.

Y falta más… Anteriormente, el equipo verdolaga contaba con dos nóminas, prácticamente, para enfrentar torneos internacionales y competir en el campeonato local, hoy, lamentablemente, no tiene la suficiente confección para poder responder ante el calendario, pues justo cuando se puso más apretado -por la seguidilla de partidos-, en ese momento el equipo demostró que no tiene suficiente para jugar en ambos torneos, porque basta con revisar los resultados obtenidos.

Ahora bien, sumado a lo anterior, otra cosa que quedó en evidencia: cuando Atlético Nacional necesitó de un líder en la cancha, en ese momento no apareció nadie, ninguno de los capitanes que tienen en este momento. Anteriormente había referentes que, por lo menos, hicieran respetar la camiseta y, de ser necesario, a sus compañeros ante los rivales o en el momento de reclamar ante el árbitro.

Finalmente, también la falta de experiencia del entrenador, Alejandro Restrepo que, si bien quedó campeón de la Copa Colombia, le faltó más recorrido para dirigir al equipo en los momentos cruciales, porque cuando más requirió de un plan B o C en la cancha, no lo supo poner en práctica en los partidos.

Sí, señores y señoritas, esto es Atlético Nacional, el equipo que ya supo qué es ser bicampeón del torneo colombiano y de la Copa Libertadores, pero hoy, lastimosamente da para hablar más por las cosas malas que buenas, tanto hechos extra futbolísticos como también de lo que sucede en el interior de las canchas.

Lo anterior, solo deja una sencilla conclusión: el equipo no está para experimentos sino para proyectos reales, bien estructurados y que den la talla en momentos cuando más se requiere jerarquía.