Kevin Durant volvió a ser el líder de unos Thunder que no cuajaron su mejor partido de la temporada, pero que finalmente acabaron llevándose la victoria en el primer duelo de las semifinales de conferencia frente a Memphis Grizzlies. El espigado alero anotó 35 puntos, capturó 15 rebotes y repartió seis asistencias. Además, estuvo bien secundado por su tocayo, Kevin Martin, segundo máximo anotador con 25 tantos y siete capturas. En el bando rival destacaron la pareja de interiores Marc Gasol (20+10) y Zach Randolph (18+10).

El equipo dirigido por Lionel Hollins consiguió llevar el partido a su terreno, es decir, al defensivo y puso en serios aprietos a los locales. Prueba de ello es que éstos no superaron el 40% de acierto en tiros de campo hasta prácticamente el final del mismo. En ese momento, Memphis perdió dos balones en apenas 19 segundos y Durant no perdonó y metió las dos canastas decisivas.

Paupérrimo primer cuarto

No fue el mejor inicio, en cuanto a anotación y espectáculo se refiere, de unas semifinales de playoffs. Ambos conjuntos comenzaron el partido ansiosos y precipitados en ataque, por lo que la tónica fue la acumulación de errores en el lanzamiento a canasta. La primera de ellas llegó más de dos minutos después del salto inicial de la mano de Randolph. Aún más tuvieron que esperar los aficionados de los Thunder, que, como manda su tradición, no se sentaron hasta que no llegaron los primeros puntos de su equipo, en este caso dos tiros libres de Serge Ibaka cuando habían transcurrido cuatro minutos.

La primera canasta en juego no llegó hasta un minuto después, de la mano de Kevin Durant. Por aquel entonces, OKC ostentaba un pésimo 1/11 en tiros de campo. Menos mal que el alero no tardó mucho más en despertarse y terminó el cuarto con ocho puntos consecutivos, entre ellos dos jugadas de 2+1. Empezó con 1/6 en tiros y terminó metiendo los tres últimos. El cuarto acabó con un marcador poco habitual en la NBA: 14-16; y con Memphis en un 7/23 y OKC en un 5/23.

Kevin Martin manda en el segundo

El sexto hombre de los Thunder arrancó el segundo cuarto con canasta y, aprovechando que Durant tenía sus primeros minutos de descanso, fue calentando la muñeca a base de lanzamientos. Aún mejor empezó Jarred Bayless, quien en apenas tres minutos ya estaba en 7 puntos y un triple. Parecía que sólo pudieran tirar ellos dos y, cuando a Tyshaun Prince se le ocurrió intentar una penetración, Nick Collison le dejó claro que no era su batalla y le propinó una dura falta que, poco después y tras revisión, los árbitros consideraron como flagrante tipo 1 (no acarrea expulsión).

En total, Martin metió 15 puntos en este periodo, lo que permitió a su equipo lograr la primera ventaja en el marcador e irse al descanso uno arriba. Y eso que Durant no anotó ni una canasta en juego en este cuarto e Ibaka ninguna en lo que iba de partido (0-8).

En la reanudación, Memphis impuso un ritmo aún más alto a su defensa, lo que le permitió volver a ponerse por delante y aumentar la ventaja hasta los doce puntos. Su juego en ataque, como en toda la temporada, era sencillo: llenar de balones interiores a Randolph y al poste alto a Gasol. Esta pareja de interiores se motró muy superior durante todo el partido a la dupla formada por Ibaka y Kendrick Perkins.

Al final, varios tiros libres anotados por OKC (Durant y Martin) redujeron la distancia a la mitad, pero un triple desde el medio del campo, con rectificado en el aire y sobre la bocina de Quincy Pondexter dejó la diferencia en nueve puntos con doce minutos por jugarse.

Igualdad y desastre final de Memphis

Llegó el último cuarto, el momento de la verdad, de los tiros importantes y de la madurez. Y en ese ambiente no podía faltar Derek Fisher. El veterano base entró a la pista con la mano preparada y lo primero que hizo fue meter un triple. Martin le siguió con otro y en un abrir y cerrar de ojos el partido se volvía a mover en el escaso margen de una canasta. Durante unos minutos la diferencia fue oscilando entre los dos y los ocho puntos, pero siempre con los Grizzlies por delante.

Otro triple de Fisher, dos tapones seguidos de Ibaka y una canasta de Durant empataban el partido cuando restaban menos de tres minutos. Fueron los mejores momentos de los Thunder, que alcanzaron el 41% de acierto en los tiros y llevaron el partido a su terreno. Gasol aguantó a su equipo todo lo que pudo pero la gestión de los últimos sesenta segundos resultó desastrosa.

En ese tiempo, Memphis ganaba 87-90 y la posesión era para OKC. Una pérdida de balón de Perkins dejaba la opción de que se pusieran a cinco y, prácticamente, sentenciaran el partido. Pero lo que parecía sencillo resultó terminar de la peor forma posible. Prince se jugó un mal tiro, que evidentemente falló, y la respuesta de Durant no se hizo esperar. El partido se movía en un punto de diferencia, pero la bola era de nuevo para los Grizzlies. En esta ocasión, Conley agotó la posesión y se jugó una buena penetración, pero, cuando ya daba los pasos hacia el aro, las manos rápidas de Fisher le rebañaron el balón que, como no, terminó en las manos de Durant.

Ahí el resultado sí que era ya previsible: carrera, parada en un tiempo y tiro que acaba dentro. El Cheasepeake Arena enloquecía mientras Memphis se hundía poco a poco. En apenas 19 segundos habían perdido dos balones y despediciado tres puntos de ventaja. Aún así, Pondexter tuvo en su mano llevar el partido a la prórroga con tres tiros libres, pero falló el primero y las opciones se desvanecieron por completo.

Los Thunder se llevan el primer tanto de una eliminatoria que se prevé sea larga e igualada. La próxima cita, de nuevo en Oklahoma, el martes a partir de las 03:30 horas, horario peninsular.

Foto: ESPN.com