El verano pasado plagó el universo NBA con sonoros traspasos, como cada año por esas fechas. Pero quizá el que más trascendencia tuvo fue el de Dwyane Wade por los Bulls. Su amor indiscutible por los Miami Heat, franquicia que lo drafteó en 2003 y en la que ganó tres anillos, parecía de cuento de hadas. Pero la llamada de los Bulls de su ciudad natal pudo con estos sentimientos y Flash decidió cambiar de aires. Hoy sabemos que dicha mudanza pudo haber sido evitada por Riley.

En unas declaraciones hechas por el propio Wade a The Vertical, el escolta dudó hasta el último instante en dar el paso, dado los sentimientos que le unen a la franquicia de Florida así como el fehaciente interés mostrado por Spoelstra en el jugador. Por ello, esperó hasta el último momento un movimiento de Pat Riley que le convenciera de que no hiciera las maletas. Sin embargo, esa llamada telefónica no se consumó, por lo que los hechos se desencadenaron tal y como hoy los conocemos. El cuento de hadas entre Wade y los Heat no tuvo final feliz.

En realidad, las tensiones entre Riley y el jugador formado en la universidad de Marquette vienen de lejos, en concreto de la temporada en la que se formó el Big Three. Aquel 2010 Wade se bajó su salario para poder conformar el equipo ganador que a la postre lograría dos anillos. Esta rebaja de caché debió de ser recompensada, pero no fue así. Tras la salida de Lebron, Bosh obtuvo un contrato máximo, no corriendo Wade la misma suerte. Esta situación incomodó al jugador de Illinois, quebrando una relación que ya no se recuperaría. Riley ha admitido que se equivocó no forzando la permanencia de su estrella en Miami. Como bien dice el refrán, nunca se sabe lo que se tiene hasta que se pierde.