Duelo por todo lo alto entre dos equipos con una rivalidad muy reciente. Golden State Warriors y Oklahoma City Thunder se veían las caras por tercera vez esta temporada. En los dos precedentes anteriores, los de OKC habían vencido con contundencia: 108-91 y 105-125. Ahora, de nuevo en el Oracle Arena, y por segunda vez en menos de tres semanas, los de Oakland iban a reclamar venganza.

Ambos conjuntos llegaban a la cita tras atravesar un tramo irregular en cuanto a resultados. De los últimos diez encuentros, los de Steve Kerr apenas habían ganado seis de ellos. Mientras tanto, los pupilos de Billy Donovan se habían quedado en cuatro escasos triunfos. Balance muy pobre para dos aspirantes al anillo que, respectivamente, habían perdido el liderato del Oeste y, por otra parte, sus opciones de poder escalar hasta el TOP-4.

Este no era un partido cualquiera. El recuerdo de aquellas Finales de Conferencia de 2016 previas a la firma de Kevin Durant por los Warriors siguen frescas. Sin embargo, el último episodio entre KD y Russell Westbrook había acontecido de manera muy distinta a las anteriores. Y es que durante el All-Star se mostraron bastante cordiales el uno con el otro, incluso amistosos.

Sobre la pista, siempre enemigos | Foto: nba.com/warriors vía Getty Images
Sobre la pista, siempre enemigos | Foto: nba.com/warriors vía Getty Images

No obstante, con el balón ya en juego, volvió la rivalidad. Durante los primeros compases hubo igualdad, pero también se visionó que esa no iba a ser la noche de Paul George (1/14 en TC). Aun así, los Thunder plantaban cara con Carmelo Anthony y Russell Westbrook ante un Kevin Durant que, de nuevo, estaba siendo el mejor ante su ex equipo.

Tras los primeros 12 minutos, el marcador reflejaba un 24-19 favorable a los Warriors. A diferencia de las anteriores citas, los de Oakland no estaban sucumbiendo de forma temprana y contundente, sino que incluso estaban llevando las riendas del choque.

Ya en el segundo parcial y con las segundas unidades en pista, los de OKC recuperaron algo de terreno. Raymond Felton marcó el tempo de esos minutos hasta que, con los titulares otra vez sobre la cancha, volvieron las ventajas para los locales. Y es que en los últimos cinco minutos de la primera parte, el parcial fue de 22-10, yéndose así al descanso con un +7 para los de Kerr (52-45).

Los Thunder tenían un serio problema. Aparte de no estar del todo enchufados en ataque y de no mostrar su mejor cara a nivel defensivo, estaban perdiendo la lucha por el rebote. Ese era uno de los aspectos en los que tenían que ser superiores sí o sí, pero esta noche no iba a ser la suya, y menos tras la reanudación.

El tercer cuarto rompió el partido

Al volver de vestuarios la dinámica de igualdad dejó de estar presente. Aunque los de OKC se llegaron a poner tres arriba tras la única canasta en juego de Paul George, en los siete minutos posteriores vivieron un calvario que se tradujo en un parcial decisivo de 28-7, dejando todo decidido para el último periodo (84-66).

Con Durant a nivel de MVP, ayudado por Stephen Curry y el siempre demasiado intenso Draymond Green, los Warriors no tuvieron problema para escaparse en el marcador. El Oracle Arena volvía a disfrutar tras verse enmudecido el pasado 7 de febrero.

KD y los Warriors fueron una apisonadora | Foto: nba.com/warriors vía Getty Images
KD y los Warriors fueron una apisonadora | Foto: nba.com/warriors vía Getty Images

La segunda parte de los Thunder fue para olvidar. También sucumbieron en el parcial del último cuarto, anotando tan solo 14 puntos y con los menos habituales gozando de minutos. Los de Golden State hicieron lo propio y su segunda unidad se lució, especialmente Nick Young, muy enchufado durante toda la noche con 16 puntos y un 4/5 en triples.

El único que no estuvo del todo fino fue Klay Thompson, que apenas encontró el aro más allá del arco (1/11 en triples). Aun así, la victoria llegó plácidamente para los Warriors, que mantienen su persecución sobre los Rockets. Mientras, por parte de Oklahoma, estos caen hasta la séptima posición en un Oeste muy disputado entre la tercera y la décima plaza.

MVP del partido: nunca falla a su cita con el que fuera su equipo. Kevin Durant volvió a demostrar que juega hipermotivado en estos partidos. Con 28 puntos, cinco rebotes, dos asistencias, un robo y un tapón, volvió a ser el jugador más difícil de defender. Imparable. Cuando se propone anotar muy pocos pueden interponerse en su camino hacia el aro.

Los piques y polémicas

Ya es tradición que en un Warriors - Thunder haya de todo. En esta ocasión, Carmelo Anthony fue protagonista por partida doble, teniendo sus más y sus menos con Kevin Durant y Draymond Green. Especialmente con el primero, con el que hubo empujones de por medio, teniendo que intervenir los compañeros de ambos para separarlos.

Además, en el tercer cuarto se produjo la jugada más polémica y sucia. Zaza Pachulia fue fiel a su estilo y dejó una acción totalmente antideportiva, dejándose caer intencionadamente sobre las rodillas de Westbrook cuando este estaba en el suelo.

Una acción muy criticada ante la que el propio Russ, en zona mixta, no dudó en afirmar que Zaza es un jugador sucio y que cayó sobre él de manera intencionada. Además, en Instagram apareció Kyrie Irving para refrendar esto y exigir a la NBA que haga algo con el pívot georgiano.

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Sobre el autor
Josep Falagán
Periodismo UCM. Redactor en NBA VAVEL.