Baskonia consiguió este jueves un triunfo imprescindible ante el Khimki (87-77) en su carrera lanzada por alcanzar la octava plaza en la fase regular de la Euroliga, que le daría acceso a disputar el play-off como paso previo a la Final Four de Belgrado. Una victoria de vital importancia ya que de las últimas seis jornadas restantes el conjunto azulgrana jugará cuatro de ellas como local y solo deberá realizar dos cómodos viajes (Valencia y Barcelona). Además, la derrota de Maccabi en Tel Aviv frente a CSKA deja a Baskonia (11-13) a tan solo un triunfo del equipo hebreo, que sigue marcando el corte de las eliminatorias por el título (12-12).

Inicio al son de Shved

El conjunto de la región de Moscú, dirigido por Georgios Bartzokas, ex entrenador del FC Barcelona Lassa, llegaba al Fernando Buesa Arena instalado en una cómoda sexta posición, pero igualado en balance con Panathinaikos, Zalgiris Kaunas y Real Madrid (cuarto). El choque comenzó con Anthony Gill forzando una acción de dos más uno ante un desacertado Granger, ineficaz en la dirección junto a Huertas y con el trío arbitral situando muy bajo el nivel de las faltas; eso sí, en ambos lados de la cancha. Markovic y Huertas se retaron desde el triple, con Shved dejando los primeros destellos de su enorme clase. Precisamente un triple del base ruso provocaba el primer tiempo muerto solicitado por Pedro Martínez (5-14, min. 4).

El juego de pase lo ponía el Khimki, pero también la defensa, provocando pérdidas de balón en el inconexo ataque baskonista, mientras Shved seguía su recital (9-21, min. 7). El intercambio de triples entre Huertas y Jenkins no favorecía en absoluto a los intereses azulgranas, menos aún cuando Todorovic superaba a Voigtmann para conseguir elevar la ventaja hasta los 14 puntos (12-26, min. 9). La reacción llegó de las manos de Vildoza y Janning, con dos aciertos desde el perímetro para cerrar el primer cuarto (18-26).

Reacción de raza

Había que comprobar si para mejor o peor, pero Baskonia jugó a otro ritmo con Vildoza y Beaubois en el back court, más rápido y agresivo delante, para atacar el aro y detrás, para defender algo mejor. Aunque en esa faceta el Khimki seguía aplicándose con manos rápidas y ayudas que no permitían canastas fáciles. Honeycutt conectaba un triple que volvía a despegar al equipo ruso (22-32, min. 13), pero encontrando respuesta en una acción de dos más uno de Beaubois, que asumía el mando de las operaciones. El base galo anotó cinco puntos más de forma consecutiva para meter de nuevo a Baskonia en el partido en una remontada que culminó Garino desde el triple (34-34, min. 17). Una reacción de raza, propia del legendario carácter Baskonia, con más corazón que cabeza pero igualmente eficaz y que tuvo en Shengelia su estilete para poner al equipo por delante en el marcador (41-39, min. 18). La jugada que llevó el encuentro al descanso resultó ilustrativa de lo que fue el segundo cuarto azulgrana, con Diop entrando a canasta en los últimos segundos de la posesión pero obteniendo fruto de su pundonor (44-39).

Destrozo desde la defensa y el rebote

Baskonia se incorporó al partido impreciso en el lanzamiento pero trabajador en defensa y rebote hasta que llegó el triple de Timma (49-41, min. 22). El mal día de los rusos desde el perímetro ofrecía una buena oportunidad de triunfo, a pesar de que el juego del equipo en ataque era manifiestamente mejorable. Shengelia seguía percutiendo desde media distancia mientras Beaubois se encargaba de hacerlo desde el arco y Poirier debajo del aro rival (60-43, min. 25). La respuesta rusa pretendía llegar con un triple de Honeycutt, pero fue cercenada por una falta técnica señalada a Bartzokas debido a sus reiteradas protestas a los colegiados, que terminó por desquiciar del todo al Khimki y castigada con dos triples consecutivos de Janning y Voigtmann (67-48, min. 28). Baskonia llegaba a los diez últimos minutos con la victoria encarrilada (69-52).

Los de Pedro Martínez entendieron que la mejor forma de sellar el triunfo era desde la defensa y el rebote, a costa incluso de que el ritmo del partido se resintiera claramente (69-56, min 33). Jenkins trataba de insuflar aire a su equipo desde el triple, pero era un espejismo porque cinco puntos seguidos de Beaubois ponían de nuevo las cosas en su sitio (76-61, min. 35). El epílogo del choque corrió a cargo de Voigtmann, Huertas y un batallador Garino por parte baskonista y Shved y Robinson del lado amarillo (87-77).

Recuperada la ilusión y digerida en cierto modo la decepción de la Copa del Rey, los próximos compromisos para el conjunto azulgrana serán a domicilio y curiosamente ante dos equipos que fueron capaces de ganar en el Buesa Arena en la primera vuelta. Este domingo (18:30 horas) visitarán el Pabellón Príncipe Felipe para medirse al Tecnyconta Zaragoza en la vigésimo primera jornada de la Liga Endesa ACB. En clave continental, el próximo jueves (ocho de marzo, 20:30 horas) deberá enfrentarse al Valencia Basket en la Fonteta con motivo de la vigésimo quinta jornada de la Euroliga.