Blazers y Pelicans se enfrantaban en primera. Venían de quedar terceros y sextos en la conferencia Oeste, por lo tanto, eran los Blazers los que poseían el factor cancha. Todo el mundo, tanto expertos como aficionados les otorgaba una eliminatoria muy igualada, en la que se iba a decidir por el talento concreto de las estrellas, o bien el de Damian Lillard, o bien el de Anthony Davis. Finalmente, fue este el que impuso su juego durante toda la serie, y los Blazers no tuvieron forma de pararlo, y al final la eliminatoria acabó cuatro - cero, a favor de la franquicia de Nueva Orleans.
Semáforo Verde: Los Pelicans ejecutaron la estrategia perfecta
Los New Orelans Pelicans fueron un equipo. Fenomenalmente entrenados por Gentry,(al cual su actuación durante estos partidos le ha valido renovar un año más) han sabido explotar sus mejores cualidades tanto en ataque como en defensa, para acabar con su rival. En ataque, el planteamiento fue simple pero no podía ser más efectivo. La consigna era una, que Anthony Davis hiciese. Para ello, le dieron una pieza que había recalado en los Pelicans desde el mercado de invierno, Nikola Mirotic. El jugador, capaz de jugar por dentro y por fuera, es un gran compañero para Davis. Puede ayudarle en el rebote si es 'la ceja' quien sale al exterior, y tirar de tres cuando Anthony Davis obliga a dos defensores a estar permanentemente con él. Esto creó un juego interior prácticamente imparable. Si te quedabas dentro, te atacaban desde fuera. Si te quedabas fuera, Davis te machacaba. Si bien es cierto que este esquema solamente tiene utilidad dando un montón de protagonismo a AD, es cierto que tener un jugador de esas características te da ventaja, y debes aprovecharlo al máximo. La pareja exterior, además también funcionó.
Rajon Rondo y Jrue Holiday cuajaron una primera ronda espectacular. Muy bien tanto en ataque como en defensa los dos. Rajon Rondo demostró que jugando playoffs es un jugador completamente distinto (uno mucho más bueno), y Jrue que ya es la estrella que siempre se ha dicho que iba a ser. Ambos fueron imparables en ataque, Rondo asistiendo sin parar y encontrando todos los huecos de la defensa, y Holiday anotando como hacía mucho que no se le veía anotar. Así, tampoco podían dejar a ninguno de los dos solos, puesto que eso iba a costarte otra vía de anotación. Fantásticos los dos.
El resto del equipo también hizo una gran serie. Los aleros que salían a hacer las defensas, como Moore o Hill, siempre aportaban en el equipo, y conseguían no ser un lastre para sus compañeros.
Una buena serie en general de todos los jugadores, y con ello conseguían pasar de ronda de manera aplastante. Nadie se esperaba esta victoria tan abultada, y por ello la hazaña de los Pelicans resulta aún más sorprendente.
Semáforo Amarillo: Los Blazers se quedaron sin ideas
Los Blazers pudieron hacer más. Pero tuvieron un serio problema. De todos los equipos que les podían haber tocado, probablemente los Pelicans era el que peor solución tenían. Los de Nueva Orleans tienen dos grandes defensores de backcourt, que pueden estar en todo momento con los dos principales generadores de los Portland Trail Blazers (Lillard y McCollum). En ningún momento tuvieron un plan B que aplicar. Los Pelicans jugaron a defender en el exterior a estos dos jugadores, y si alguno lograba penetrar, dejárselo a Anthony Davis. Funcionó completamente. Ninguna de las dos grandes estrellas de los Blazers se sintió cómoda en prácticamente toda la eliminatoria, consiguiendo así frenar su ataque, teniendo problemas durante todos los partidos. Pudieron hacer más. No intentaron en ningún momento nada más allá de intentar ganar pasando por encima de sus rivales. El resto de sus compañeros no trataron de hacer nada más allá. No usaron a Nurkic para tratar de obligar a Davis a estar más encima de los hombres altos de Blazers.
No jugó especialemente mal el equipo. Sin embargo, solamente dio la impresión de que los de Portland podían ganar con un partido de 50 puntos de sus estrellas. Los Pelicans les ganaron la batalla táctica continuamente. Tampoco se puede culpar de todo a los Blazers, por eso se quedan en el semáforo amarillo. Tuvieron mala suerte, eso es verdad. Otros equipos no lo hubieran tenido tan fácil defensivamente contra ellos, ni hubieran tenido tanta ventaja con un jugador poderoso en la zona con Anthony Davis. Pero tampoco se esforzaron ni los jugadores ni los entrenadores en trazar un plan que pudiese girar las tornas en su favor.
Semáforo Rojo: La eliminatoria pone en entredicho el futuro de los Blazers
Ha sido una gran eliminatoria, muy entretenida y con mucha emoción, con lo cual es difícil señalar cosas negativas. Las lesiones nos privaron de ver este duelo de una de las mejores parejas interiores de la liga (Cousins y Davis) contra una de las mejores parejas exteriores de la liga (Lillard y McCollum). También, la derrota tan aplastante que han sufrido los Blazers dan un poco la sensación de proyecto acabado. La situación salarial es compleja, y no parece que tengan muchas posibilidades de conseguir refuerzos en el próximo verano. La única opción que tendrían es la de renovar a Yusuf Nurkic, pero no parece lo adecuado. Se pasarían por mucho del espacio salarial, y además, no parece que con él en sus filas han mejorado tanto como para correr ese riesgo. Por tanto, vuelven a aparecer rumores acerca de si deben permanecer juntos Lillard y McCollum, o si es conveniente tratar de traspasar a alguno de los dos para darle una vuelta al equipo. Los Blazers han salido muy mal parados de esta eliminatoria, y va a ser un verano muy convulso para ellos. El perder de la manera que han perdido como lo han perdido va a hacer que la franquicia deba hacer algo para no tener un poryecto estancado y que de la sensación de fracasar en primera ronda una y otra vez.
