A escasas horas de enfrentarse en las Semifinales de la Conferencia Este, Kevin Love y DeMar DeRozan han unido fuerzas en favor de la salud mental. Ellos dos son el claro ejemplo de que jugar en la NBA y ganar millones de dólares no da la felicidad ni el bienestar personal.

Hace unos meses, el escolta de los Toronto Raptors, en pleno All-Star, publicó un tweet con el siguiente mensaje: "Esta depresión saca lo mejor de mí". Una declaración que luego completó asegurando que lleva sufriendo episodios depresivos desde hace muchos años.

Por su parte, días después, Kevin Love publicó un artículo en Players Tribune que hablaba sobre los ataques de pánico. Al contrario que DeRozan, para él era algo muy reciente, pues lo sufrió por primera vez el pasado 5 de noviembre, en el descanso de un partido frente a los Hawks.

Hasta ese momento y su posterior tratamiento, el ala-pívot de los Cavs era reticente a mostrar su lado más personal. Desde pequeño le habían enseñado que para ser un hombre tenía que ser fuerte, no hablar sobre sus sentimientos y salir adelante de los problemas él solo.

Unas pautas equívocas que Love por fin se pudo sacar de encima. En un artículo, de lectura muy recomendada, lanzó el mensaje, como DeRozan, de que es mejor contarlo. Everyone is going through something, rezaba el titular de Love. Todo el mundo pasa por algo, y probablemente tú no lo sepas.

Ahora, ambos jugadores han decidido sacar un spot de 30 segundos que se emite desde ayer lunes. Una iniciativa que, dada su privilegiada posición, les permite llegar a muchísima gente que, seguramente, tenga estos problemas o conozca a alguien que los padezca o los pueda padecer. Y es que la salud mental no es ninguna tontería, aunque a veces pueda quedar aislada dentro de uno mismo y parecer que no está ahí.