Tras la traumática marcha de LeBron, desde los despachos de Cleveland se ha dicidido seguir apostando por el presente, en lugar de buscar una reconstrucción profunda, y el primer paso ha sido renovar a Kevin Love, antes incluso de que finalizara su vinculación con la franquicia. Love tenía una opción de jugador para el año que viene, pero ha decidido rechazarla para firmar este nuevo contrato que entrará en vigor a partir de la temporada 2019/2020. El valor del mismo será de 120 millones de dólares, repartidos en 4 años. En los dos primeros cobrará el máximo, en el tercero se mantendrá inalterable y en el último, en la temporada 2022/2023, percibirá algo menos. Unas cantidades que demuestran que para la gerencia de los Cavs, Kevin sigue siendo una estrella de la NBA, y como tal le van a pagar.
Para el jugador de California es un gran contrato, teniendo en cuenta su rendimiento durante esta última temporada, quizás la peor desde que aterrizase en Cleveland en 2014, y los 35 años que tendrá al terminarse. No sabemos lo que le podrían ofrecer durante la agencia libre del año que viene, pero viendo su gráfica de rendimiento desde el anillo de 2016, no sería extraño que recibiera ofertas a la baja, por lo que ha preferido asegurarse un gran contrato con la franquicia de Ohio. 
Desde el prisma de los Cavs, este movimiento es una declaración de intenciones en toda regla. Han perdido a LeBron, pero apuestan por seguir compitiendo por entrar en playoff manteniendo la mayoría de jugadores de la temporada pasada, con el añadido de Colin Sexton, octava elección del último draft. Una apuesta arriesgada pero, teniendo en cuenta el poco margen de maniobra que tienen en el tema salarial, evitan perder un jugador importante para la franquicia. El tiempo dirá si ha sido la decisión acertada para las dos partes.