Mucho se ha hablado de la coexistencia de LeBron y Lonzo en el vestuario de Los Ángeles, con LaVar Ball de por medio. Que un grupo de jugadores, con tantas bombas de relojería entre ellos, consiga conformar un equipo depende, en gran medida, del entendimiento entre ellos dos. LeBron es consciente de ello, por eso, ya puso a prueba al mayor de los Ball la temporada pasada.

En una imagen que generó gran expectación, al terminar un enfrentamiento entre Cleveland y Lakers, el Rey se acercó al base para, camiseta en la boca mediante, intercambiar unas palabras con él. "Encuentra tu zona y concéntrate en ella. La prensa preguntará qué te estoy diciendo ahora. Diles que nada. Sólo sé agresivo cada día. No hagas caso al ruido" dijo el de Akron. La conversación fue grabada por las cámaras, aunque tardaría en salir a la luz. Antes de que esto ocurriera, la prensa preguntó a Lonzo sobre lo que James le había dicho, pero no respondió. Ni tan siquiera los propios compañeros de Ball sabía nada acerca de dicho encuentro. Ahora, con LeBron en Los Ángeles, podemos imaginar cuales eran sus intenciones con estas palabras. Intentaba probar la lealtad y confianza de Lonzo, y el joven ha pasado la prueba.

Blanca Cobb, experta internacional en reconocimiento del lenguaje corporal, escribió a cadenas como CNN, GMA o CBS acerca de la conversación entre los dos jugadores. "No me hace falta escuchar el audio para saber que el Rey estaba probando su discreción. Los dos jugadores tienen el cuerpo dirigido hacia el otro, con una especie de camaradería. Solo giras tu cuerpo hacia alguien cuando te gusta". Cobb también apunta que "Lonzo ponía atención y ambos se miraban fijamente a los ojos cuando hablaban. Cuando miras a los ojos a una persona es porque prestas atención a lo que te está contando".

Aun nos queda mucho para descubrir lo que ocurre en Los Ángeles, pero, de momento, dos de los jugadores fundamentales del proyecto han demostrado que pueden entenderse bien. Lonzo ha pasado la primera prueba de confianza del Rey.