No ha sido el mundial de Estados Unidos definitivamente. Su andadura en China será recordada como la más calamitosa. Jamás la selección americana había finalizado en una posición tan retrasada y en el año en el que parecían más asequibles el desastre ha sido muy evidente.
El primer cuarto quedará también marcado como el más oscuro de la historia. Serbia arrancó con un fulminante 32-7 que hizo frotarse los ojos a todo el pabellón. Era una cuestión de estado e incluso de orgullo remontar este partido y así lo hicieron en el segundo cuarto. La anotación serbia se congeló y los misiles estadounidenses castigaron el aro de su rival. Esta vez fueron Harrison Barnes y Kemba Walker los encargados de la revolución. Parcial de 12-33 con el que marcharse solo cuatro puntos por debajo.
La segunda parte se convirtió en un intercambio de golpes que se llevaron por la mínima los americanos, 27-28. Finalmente, los serbios pegaron el tirón en el último cuarto que situaron el marcador en 85-72. Bodganovic fue el mejor con 28 puntos y 28 de valoración. Pese a que Estados Unidos redujo las diferencias no fue suficiente para evitar la segunda derrota consecutiva. Todavía les queda medirse a Polonia por el séptimo puesto en un mundial que están deseando más que nunca se termine.
Serbia tendrá enfrente a República Checa también para salvar una quinta posición de un torneo del que se marchan más desilusionados. Las previsiones apuntaban a que el duelo serbio-americano iba a ser en la final, pero las inesperadas circunstancias han descafeinado el choque.
Los checos derrotaron a Polonia 84-94. El equipo de Ronen Ginzburg se marchó con ventaja al descanso. Los polacos recuperaron la ventaja en el tercer cuarto, pero otro golpe checo en el último cuarto les entregó el triunfo. Votjech Hruban fue el mejor del partido con 24 puntos y 36 de valoración.
Resultados partidos quinto-octavo
Serbia 94-89 Estados Unidos
Polonia 84-94 República Checa